No todos los que vienen a España vienen con falsos matrimonios, ni buscando familiares perdidos, ni a por el pasaporte, es un turismo de clase media alta.
Lo que están haciendo con esta medida recíproca es un "ojo por ojo diente por diente" por como se les ha tratado a ellos en los principales aeropuertos españoles durante décadas.
Brasil tiene casi 200 millones de habitantes y España 47 millones, nuestros socios deben de ser de ahora en adelante estos países emergentes, Brasil, India, Rusia y China.
No necesitamos a los países de la ceja (Reino Unido, Francia y Alemania), sino a estas mega economías emergentes con poblaciones inmensas y gran cantidad de recursos.
España ha estado durante años con el estereotipo en la boca de que los brasileños no vienen de turismo sino a vender drogas o prostituirse, mientras que nuestros emigrantes van a trabajar o de turismo, es un mito falso.
En Barajas se ha detenido a mucha gente que venía a ver a familiares, se les ha dado un trato injusto y devuelto en otro avión.
España en el plano de las relaciones internacionales, no sólo no existe, sino que no sabe tratarlas.
Nuestros gobiernos han dejado que millones de británicos se instalen en todo el sur y levante de la península, así como en las islas, auténticos parásitos que no aportan nada a nuestra economía porque todo se lo traen de sus países.
Hemos recibido a millones de rumanos que sólo han ocasionado vandalismo.
Hemos recibido a miembros de Alkaeda y a mafias chinas y rusas, que habitan por ciudades españolas.
España es el coladero de Europa, un coladero sin filtro.
Nuestra política de inmigración es floja y mal hecha. Y decimos que sí a todo como a los países de Europa que nos gobiernan con eso del Schengen, que para lo único que sirve es para que le pongamos 2000 inconvenientes a nuestros hermanos latinoamericanos para que vengan a España.
España debe de romper con el Schengen, como Reino Unido que nunca ha formado parte de él y tiene sus propias leyes de emigración y su Home Office.
España tiene que tener una inmigración regulada al estilo de la de otros países europeos pero dando siempre prioridad a los países latinoamericanos que son nuestra sangre y nuestra cultura.