Lobo hombre en París, picadillo cuarto y mitad, caraibo lima-limón 65 pesetas, el posavasos de Larios, tabaco en cualquier boca, mecheros en cualquier cenicero, la Pronto, la Rotella, “¿cerraste con llave?”, “calla oh”, “ye lo que hay”, maicitos, gadaña, nordeste, xelada, parchís, Mayra, Orbea, pinchos, mortadela, galipote, Alto del Praviano, Seat Panda, bollinas, milhojas… Mi abuela me dijo antes de irme a Londres: “hay una cosa o varias que no te podrán quitar, los recuerdos de la infancia y de la adolescencia, y si son buenos, siempre los tendrás contigo”. El problema es sin son malos, entonces uno tiene que quitárselos de encima como le fuera posible. Hacer meditación es aconsejable, por ejemplo cuando uno piensa que la gente de los pueblos aunque se critican los unos a los otros y se ponen verdes como una ortiga, cuando llega el momento crucial, hacen la unión, una unión sólida, una piña, un piñón, pero no para un logro constructivo, eso no es algo característico de España, sino para un logro destructivo, difamar al prójimo. He ahí el mayor consenso, mayoría absoluta. Pensar en ello me relaja y me hace sonreir mientras miro hacia el pasado sin ira.
Mostrando entradas con la etiqueta infancia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta infancia. Mostrar todas las entradas
martes, 15 de julio de 2014
La unión
Etiquetas:
consenso,
crucial,
destructivo,
difamar,
infancia,
ira,
Iván Artaza,
Larios,
logro,
meditación,
ortiga,
París,
picadillo,
piña,
posavasos,
recuerdos,
Rotella,
sonreir,
union,
verdes
miércoles, 4 de enero de 2012
Mirando hacia atrás con ira
Me asusta mirar perfiles de gente que conocí en mi infancia, de los de mi generación, porque ya son padres y madres la mayoría y de sus padres, porque ya son abuelos o se han muerto; porque a todos nos j*** envejecer.
Mirar hacia atrás, con ira o con nostalgia, es un ejercicio duro, porque ves que de pronto han pasado 15 ó 20 años, tantos como no ves a esas personas. Porque cada uno elige lo que quiere o lo que puede hacer en esta vida, y elegir no es fácil, a veces nos podemos equivocar.
Porque a todos nos faltará siempre algo, habrá una carencia, porque todo no se puede tener, unos habrán conseguido una vida rica espiritualmente, otros la familia formada, otros llegar alto en lo profesional.
Ver el presente de esas personas de las que sólo te has quedado con una última imagen del pasado, da miedo, apabulla, porque la vida nos cambia en todos los aspectos, física y psicológicamente.
Por eso no acepto una invitación de alguien con quien no me hablo desde hace muchos años, sean 5, 10 ó 15, porque así de primeras, ¿de qué podríamos hablar? No tendría sentido.
Uno elige a los amigos en esta vida, se los va encontrando a lo largo de los años y los va guardando en su persona, porque nos unen intereses comunes y vivencias compartidas.
El pasado, pasado es, y agua que no has de beber, déjala correr.
Etiquetas:
abuelos,
carencia,
envejecer,
generación,
imagen,
infancia,
invitación,
ira,
ivan artaza,
madres,
nostalgia,
padres,
pasado,
perfiles,
personas,
vida,
vivencias
Suscribirse a:
Entradas (Atom)