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martes, 30 de octubre de 2012

La pobreza



En general, tendemos a asociar el término pobreza con la imagen de un hombre pidiendo limosna en la calle, o una familia viviendo debajo de un puente, nada más lejos de la realidad, aún no se ha llegado a esta pobreza estereotipada, la pobreza que vivimos es otra.
Hoy he estado tomando mi café habitual en un precioso café donde no acudía la clientela, por dos razones, a mayor número de cafeterías inauguradas, menor número de visitantes para cada uno, y por otro lado, la capacidad de gasto de los españoles, como es sabido, ha disminuido drásticamente.
La pobreza es eso, ver gente en la calle sin nada que hacer, la pobreza es ver tiendas que no venden, bares que no tienen clientela, negocios que no prosperan porque no hay demanda, porque la demanda carece del dinero que antes se tenía, porque donde había una familia con cuatro miembros empleados o dos, ahora encontramos familias completas con todos o algunos de sus miembros parados, algunos ya han agotado el paro y la ayuda.
La pobreza se extiende de sur a norte por la península, Andalucía y Canarias ya han sucumbido a ella, el paro es desproporcionado, a mayor paro, mayor pobreza, es una cadena de hechos, este tsunami que vive España dura ya cuatro años largos, todos esperamos que la tempestad traiga la calma algún día. Los efectos del tsunami han sido devastadores, hay personas que se suicidan porque ya no pueden comprar comida, situación similar pero no tan drástica como la que se vive a menudo en Grecia.
La Ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha anunciado recientemente que España está saliendo de la crisis a pesar de los malos resultados de las cifras del paro, que ya supera el veinticinco por ciento. La Ministra ha querido ver brotes verdes en las cifras de desempleo, pero con más prudencia que en época de Zapatero.
Es preocupante vivir en un país donde hay pobreza, la Ministra ve brotes verdes y nos envía globos sonda, para poder mantenerse en el poder hasta la próxima legislatura. ¿Maneja datos de rigor la Ministra? Tengo mis dudas. 
De lo que no tengo dudas es de que se va de mal en peor, en la dirección que nadie sabe, Rajoy no lo tiene claro, como Zapatero, el país se muere de hambre, ¿pedimos o no el rescate Don Mariano? Cuidado, pan para hoy y hambre para mañana, no meter la pata.
¿Cómo un país de 47 millones de habitantes y décima economía mundial puede tener una tasa de desempleo de casi seis millones de parados y semajante nivel de pobreza?
Somos pobres no, paupérrimos.

lunes, 1 de octubre de 2012

Puro y paro


Una de las fotos más polémicas de la pasada semana fue la imagen tomada por el fotógrafo Jonan Basterra a Mariano Rajoy, en compañía de su séquito y escoltas,  paseándose por la Sexta Avenida de Nueva York, cuando se dirigía a la sede de la ONU, para pronunciar su discurso ante la Asamblea General.
La foto en sí, podría haber pasado desapercibida, sino fuera por el hecho de ver en ella al Presidente del Gobierno español fumando un puro en plena calle, lo cual se contrapone a la tensa situación vivida en Madrid un par de días antes con la manifestación de 25-S, sucesos que volvieron a repetirse  el sábado 29 en la Plaza de Neptuno.
No ha debido de ser una semana horribilis como tal para el Presidente del Gobierno cuando una de las frases que ha pronunciado en Nueva York fue: “Es una situación fascinante ésta que estoy abordando”.
Imagino que viajar a Nueva York, alojarse unos días con todos los gastos pagados en uno de los mejores hoteles, visitar el diario conservador “Wall Street Journal”, caminar por una de las mejores calles de la ciudad  y disfrutar de un caro habano, debe ser fascinante, aunque este señor se olvida, por unos momentos, que está en viaje oficial, no de vacaciones, que la premisa de su viaje es la de mejorar la imagen exterior de un país quebrado, el cual se manifiesta a menudo, porque el paro afecta a millones de personas en España y cientos de miles de familias.
La foto es la antítesis de lo que hemos estado viendo toda la semana pasada en los medios de comunicación, los disturbios en Madrid y los antidisturbios peleándose con los manifestantes. Tanto unos como otros se han excedido en sus propósitos y esto ha traído consigo que los miembros de la Policía hayan perdido los nervios en más de una ocasión. Dicha foto se contrapone a otras fotos más dolorosas que hemos estado viendo en internet y televisiones, donde jóvenes lanzan piedras a los miembros de la Policía y donde los agentes de seguridad apalean a varios de los manifestantes, les toman declaración y se los llevan detenidos. A esta situación, desgraciadamente, hemos llegado en España, un país con casi seis millones de parados.
Rajoy, en lugar de viajar para mejorar la imagen de España ha acudido para deteriorar esa imagen, en primer lugar porque no habla inglés, ningún presidente de los gobiernos que ha habido en España lo ha sabido hablar ni ha hecho el mínimo esfuerzo por aprenderlo, esto marca una barrera sociocultural de cara a las relaciones diplomáticas y políticas difícil de superar, no es lo mismo hablar cara a cara con Barak Obama que utilizando traductores simultáneos.
En segundo lugar, el papel de Rajoy es cómico, es cierto que si antes dábamos por sentado que tiene un cierto parecido con Groucho Marx, la foto de este artículo lo corrobora, faltaba el elemento que mejor lo caracterizase como el hermano mayor de los Marx, el famoso puro. Como tal cómico, ha ido caminando por la céntrica calle de Nueva York dando una imagen ridícula, casposa, mediocre y muy carca. Es la quintaesencia del ridículo, viene a ser como cuando Manuel Fraga se bañó en Palomares en 1966, cuando era Ministro de Información y Turismo.
En tercer lugar, su actitud de cara a los medios y sus declaraciones, dijo “estar fascinado” mientras en España la gente se rebela contra la Policía Nacional, porque creen que su derecho a manifestarse es perturbado por los cuerpos de seguridad, o se violan derechos fundamentales como la libertad de expresión. Todo ello es cuestionable, pues ni los manifestantes tiene que ir a una manifestación con piedras en los bolsillos, o tapas de contenedores de basura pegadas al torso, ni los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado tienen que atemorizar, tirar al suelo o pegar a personas que no han hecho nada más que preguntar por una identificación, repito, todo es cuestionable, ni los malos son tan malos ni los buenos son tan buenos. Pero en una situación así, como la que vive España, donde cada dos o tres días hay una manifestación, en las cuales siempre se introduce alguna personas violenta, así como policías vestidos de calle, decir que la situación le “fascina”, pues denota un cierto tinte sadomasoquista por su parte.
Por último, el acto de encender un puro y fumarlo en plena calle, a efectos de body language (lenguaje corporal, ese que los anglosajones analizan a la perfección y es fundamental para describir las acciones de un individuo), es muy negativo, por el simple hecho de que la acción de encender un puro y fumarlo, se suele realizar en momentos en los que hay que celebrar algo, por ejemplo, o cuando un trabajo ha sido finalizado con éxito; es parte de ese lenguaje corporal del ser humano, al igual que un cigarrillo se fuma para aliviar el nerviosismo, por el efecto de la nicotina, el puro es más glamuroso, es un acto de sentirse bien consigo mismo, es una muestra de poder, denota poder económico, satisfacción, fin de un trabajo bien hecho o de un plan llevado a cabo.
En cualquiera de los citados ejemplos, no veo que Mariano Rajoy haya terminado una labor satisfactoriamente, apenas lleva nueve meses de legislatura y el pueblo ya le está pasando la factura porque muchos se sienten engañados, tampoco hay por qué mostrar satisfacción porque nada se ha logrado aún, ningún objetivo, seguimos padeciendo la crisis desde hace cuatro años, cuando otros países ya han superado dicha crisis, y tampoco veo por ningún lado motivos para celebrar un éxito, porque España está ahogada y, a punto de solicitar el rescate financiero de sus bancos a la Unión Europea.
Dicho lo anterior, este señor ha hecho un ridículo estrepitoso en Nueva York, mientras la Policía Nacional española, amedrenta al pueblo que se manifiesta, porque el nuevo Gobierno le ha dado mayores poderes de coacción. No hay más que sustituir los uniformes actuales por los de los famosos “grises” de antaño y la diferencia es mínima, no se observa diferencia alguna en el paso de casi 40 años, si antes el pueblo español se manifestaba por la falta de libertades, ahora se manifiesta por la falta de capacidad adquisitiva y el endeudamiento paulatino.
El viaje de Rajoy a Estados Unidos ha sido un desastre absoluto, una muestra más de como el nuevo Gobierno sabe hacer el ridículo, en tiempos de crisis en España, el Presidente se fuma un puro, me imagino que no a la salud de los españoles, sino a la de los americanos, que ven con escepticismo sus reformas.
Por un lado un Presidente incompetente que mintió al electorado con su programa se fuma un puro en la Sexta Avenida, porque cree que los que se manifiestan en Madrid o en Barcelona son una minoría y la verdadera mayoría está en su casas, por el otro, la gente de todas las edades que no tiene para comer, que no encuentra un trabajo porque el paro crece cada día y no se encuentra la forma lógica de reducirlo. El ying y el yang, las dos caras de la moneda.
El puro de Rajoy y el paro de España.

viernes, 13 de abril de 2012

Un país mediocre

 
 
Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes o una huelga general. Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.  Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
 
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente. Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, solo porque son de los nuestros.
 
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
 
Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.
 
Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
 
Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
 
Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
 
Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.

Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que, sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
 
Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada -cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
 
Un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad, y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
 
Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

miércoles, 25 de enero de 2012

El mundo de las multinacionales desde dentro




El mundo de las multinacionales en España visto por Ivan Artaza:


- Hola Lucas, qué tal? ¿te han promocionado verdad?


- Sí Mateo sí, ahora soy Accounts manager assistant of visual coordinator merchandising assistant. ¿Sigues trabajando en el piso de abajo? Yo ahora estoy en piso de arriba.

- Pues sí, sigo de logistics managerial trainee developing software of accounts assistant, pero pronto me van a promocionar como a tí porque me he chivado de una nueva que lo hace mal todo y lleva sólo dos meses la pobre y me han dado unos vouchers for promotion and development. Esta empresa es la hostia, te premian el esfuerzo de delatar a tus compañeros, me encanta.


- Jajajajajaja, yo hice algo parecido en su día, había uno que sabía más que yo y venía con 2 o 3 carreras universitarias, yo no podía tolerar eso, así que le enseñé al jefe una conversación privada que tuvimos en skype donde ponía verde a los jefes. El jefe me lo premió con este puesto y al tal Marcos lo echaron. Me ponía enfermo tío, con lo que me costó mentir en el CV.

- ¿Y ahora que estás de training Lucas?


- Sí Mateo, pero no hago casi nada, a las 9 empiezo a trabajar pero hasta las 10 no me siento, primero hago el café, luego en la hora del almuerzo me meto en el Facebook a ver si encuentro alguna novedad. Estoy deseando que me hagan jefe para mandarles a todos y hacerles la vida imposible.


- Pues que bien, sigue así, aquí si no comes te comen, oye el que no corre vuela! Yo antes trabajaba en una fábrica de soldador, el cambio ha sido grande en mi vida ¿y tú?


- Yo antes trabajaba en un hotel, mentí con el curriculum y puse que tenía unos cuantos títulos etc, y como no comprueban nada y nos miden a todos por el mismo rasero, pues da igual. El Marcos este tenía carreras, digo yo que para qué! si aquí no hace falta que hayas estudiado en la universidad! 

- Está bien la empresa esta, ¿verdad Lucas?


- Sí Mateo, está genial esto del capitalismo y el comernos los unos a los otros por, lo adoro, es un darwinismo social genial. Esto demuestra que no hace falta ser un lumbreras para llegar alto, sino una persona lista.


- ¡Eso! Y los que no se adapten a este sistema imperante que se vayan al paro o al extranjero, bueno allí hay muchas más multinacionales...


- Es lo bueno del capitalismo Mateo, te da dinero y te hace fuerte, y aunque te deshumanice da igual, ¿para qué quieres ser un sensible? Eso déjalo para los gays.

- Por cierto Lucas, una duda que tengo, la empresa esta ¿qué coño vende? ¿A qué se dedica?...

domingo, 25 de diciembre de 2011

El mensaje del Rey



El mensaje de Su Majestad es demasiado protocolario, la mitad de la gente no lo entiende cuando lo escucha, parece como si año tras año nos dijese las mismas cosas; bueno, en realidad, dice casi siempre las mismas cosas, paro, terrorismo, drogas, corrupción, vivienda, jóvenes, unión europea y los matrimonios y partos de sus familia. Yo pasaría por cambiarlo, hacer un mensaje más llano aún, más directo, como el que hace la Reina de Gran Bretaña, más hollywoodiense, en plan publirreportaje, con un resumen de todo lo que han hecho a lo largo del año. Es un mensaje ñoño y aburrido y no estimula a las nuevas generaciones, las cuales esperan a que se termine para comer la sopa de marisco o ver el especial de Sergio Dalma.