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jueves, 24 de julio de 2014

La humildad

Aún no termino de comprender eso de la humildad que muchos predican en estos tiempos tan desafortunados, desafortunados los tiempos, desafortunados los comentarios. Reclaman humildad, pero, ¿a qué llaman humildad? El Papa Francisco es, aparentemente, humilde, ha sido un jesuita, pero vive rodeado de poder económico y ostenta el poder politico dentro de la iglesia católica, apostólica y romana. Aún así le consideramos humilde. No entiendo muy bien que personas que han ocupado un despacho en organismos públicos, por ejemplo, un ayuntamiento, sin estudios medios ni superiores, cuyo despacho lo utilizaban para abanicarse gracias a un enchufe personal, vengan ahora a decir de otros, que tienen el cerebro quemado de tanto trabajar para labrarse un futuro profesional sin ayuda de nadie, que no son humildes. Me pregunto cómo un persona puede sobrevivir en un mundo capitalista de feroz competencia siendo humilde, cuando de lo que se trata es de vender tu currículum como el mejor y de venderse uno como el mejor profesional en un mercado de fieras. ¿Se puede ser humilde cuando se lucha contra los 'elementos'? Sí, se puede, para ello hay que alabar siempre al enemigo, nunca hablar de sueldos ni de posesiones personales, vestir sobrio, sin ornamentos, nunca celebrar la victoria, relativizar la derrota, no convertir la vida privada en pública, utilizar un lenguaje decoroso, con pausas  y ser sincero consigo mismo, con lo que quieres y con lo que no quieres. Los que predican con la humildad son los que no la han aplicado en algún momento de sus vidas pues bien presumieron de forma torpe en ciertos momentos, presumir de manera torpe y al mismo tiempo pedir humildad es un ejemplo más de una España descabellada y patas arriba.

martes, 30 de octubre de 2012

La pobreza



En general, tendemos a asociar el término pobreza con la imagen de un hombre pidiendo limosna en la calle, o una familia viviendo debajo de un puente, nada más lejos de la realidad, aún no se ha llegado a esta pobreza estereotipada, la pobreza que vivimos es otra.
Hoy he estado tomando mi café habitual en un precioso café donde no acudía la clientela, por dos razones, a mayor número de cafeterías inauguradas, menor número de visitantes para cada uno, y por otro lado, la capacidad de gasto de los españoles, como es sabido, ha disminuido drásticamente.
La pobreza es eso, ver gente en la calle sin nada que hacer, la pobreza es ver tiendas que no venden, bares que no tienen clientela, negocios que no prosperan porque no hay demanda, porque la demanda carece del dinero que antes se tenía, porque donde había una familia con cuatro miembros empleados o dos, ahora encontramos familias completas con todos o algunos de sus miembros parados, algunos ya han agotado el paro y la ayuda.
La pobreza se extiende de sur a norte por la península, Andalucía y Canarias ya han sucumbido a ella, el paro es desproporcionado, a mayor paro, mayor pobreza, es una cadena de hechos, este tsunami que vive España dura ya cuatro años largos, todos esperamos que la tempestad traiga la calma algún día. Los efectos del tsunami han sido devastadores, hay personas que se suicidan porque ya no pueden comprar comida, situación similar pero no tan drástica como la que se vive a menudo en Grecia.
La Ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha anunciado recientemente que España está saliendo de la crisis a pesar de los malos resultados de las cifras del paro, que ya supera el veinticinco por ciento. La Ministra ha querido ver brotes verdes en las cifras de desempleo, pero con más prudencia que en época de Zapatero.
Es preocupante vivir en un país donde hay pobreza, la Ministra ve brotes verdes y nos envía globos sonda, para poder mantenerse en el poder hasta la próxima legislatura. ¿Maneja datos de rigor la Ministra? Tengo mis dudas. 
De lo que no tengo dudas es de que se va de mal en peor, en la dirección que nadie sabe, Rajoy no lo tiene claro, como Zapatero, el país se muere de hambre, ¿pedimos o no el rescate Don Mariano? Cuidado, pan para hoy y hambre para mañana, no meter la pata.
¿Cómo un país de 47 millones de habitantes y décima economía mundial puede tener una tasa de desempleo de casi seis millones de parados y semajante nivel de pobreza?
Somos pobres no, paupérrimos.