Imagino yo que el té de Bombay debe de soltarle la lengua a más de uno. Está Su Majestad muy dicharachero con los medios en esta ocasión.
España no se ve mejor desde fuera de España, esa perla de frase es un tropiezo más verbal de un monarca últimamente habla y hace demasiadas cosas, extralimitándose de su papel constitucional.
A España se la ve con buenos ojos cuando se trata de ir de vacaciones, pues siempre ha sido el país patio de recreo de los europeos, el cortijo de los británicos, la maison de verano de los franceses, el sitio cool de los americanos, y un largo etcétera.
Cada vez que el Rey abre la boca, la Monarquía pierde una décima de punto, no contento con ser nuestro mejor embajador en el mundo, ahora se ha convertido en nuestro negociador, porque todo hay que decirlo, a falta de políticos brillantes y que sepan idiomas, Rajoy el último, Su Majestad puede defenderse expresándose en inglés y francés.
Pero con los años, el Rey dice demasiadas frases bananeras, propias de un país bananero, es como si el tiempo no hubiese pasado, a veces cuesta creer que estemos en 2012, parece un Bienvenido Míster Marshall pero a la inversa, en este caso la comitiva visita el país de Gandhi.
Parecemos pedigüeños, lo somos, yendo por el mundo a ver quien nos echa una mano, el Rey sabe a donde acudir, los políticos no, India, Rusia, Brasil, Sudáfrica, China, son los países clave del futuro, economías emergentes, algunas de ellas ya figuran entre los primeros puestos de países más ricos del mundo.
España hace como el vecino pobre que viene a pedirte una pizca de sal o de azúcar, a cambio de algún otro favor, pero yo me pregunto, ¿qué puede ofrecer España a India? No veo que podemos darles, quizás que aprendan español en el Instituto Cervantes.
Por lo pronto India fabrica más coches que España, Daewoo, Kia, Tata, se fabrican Audi y Suzuki también, en España recuerdo que en los últimos dos años se han cerrado dos plantas, Irisbus en Barcelona y Santana en Linares (Jaén), dejando a mucha gente sin trabajo y engrosando las listas del paro.
Pedir podemos pedir muchas cosas a India, pero habría que pensar qué podemos realmente ofrecer. Podemos ofrecer que el Rey se calle más a menudo a partir de esta última visita, que ya no mande callar a dignatarios de otros países como Hugo Chávez, y deje las cacerías a Botsuana de lado