"Los británicos que están en España deberían sacar su dinero lo más rápido posible", así de polémicas fueron las últimas declaraciones de Nigel Farage, líder del emergente Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP).
Entiendo que el señor Farage odie Europa, el ente construido de la Unión Europea y todas las instituciones de dicho ente, Comisión, Parlamento y Consejo, así como la inmigración masiva de trabajadores provenientes de países del este de Europa, como Polonia, Bulgaria, Rumanía, etc., entiendo que Nigel Farage es un hombre muy británico, nostálgico de la época victoriana y de los tiempos del Imperio Británico, cuando la Unión Europea no existía.
Lo que no alcanzo a entender es por qué siendo Alemania quien ha colonizado la industria inglesa, no arremete contra ella, porque odio hacia los alemanes lo hay, y de que prosperen mejor que Reino Unido les provoca escozor, tampoco llego a entender por qué no se ataca a China, que domina el mercado mundial con su bajo coste de producción, o a USA, que mantiene con vida la economía británica, tampoco concibo por qué no se ataca a los países árabes, que provocan actos terroristas en Londres y este hombre no abre la boca con respecto a esos temas por miedo. No entiendo por qué no se mete con Grecia, la cual está llevando al conjunto de la Unión Europea a la ruina, ¿por qué no ataca a los países del Golfo Pérsico? Claro, a esos no, esos son lo que mantienen todo este tinglado de Reino Unido, sólo se atreve con España. Que tomen nota en España con este señor.
Farage es ese personaje que viene a Madrid a una cumbre europea con su gabardina inglesa y no encuentra un restaurante en todo Madrid donde, según él "poder comer decente", se pasea como el freak que es de un lado para otro buscando comida de calidad (como si Inglaterra fuese Francia en gastronomía) y le dice a los medios acreditados en la cumbre que los españoles siempre llegan tarde.
Realmente convendría saber qué opinan todos esos cientos de miles británicos jubilados que viven en el sur y levante de España, la cifra oscila entre los 300.000 y el millón de personas, la mayoría de ellos personas de clase media o clase media baja que han vendido o alquilado su casa en Reino Unido para comprarse una casa en España y disfrutar de una calidad de vida que en su país no pueden disfrutar por el tipo de pensión que les ha quedado. ¿Van a hacerle caso estos ancianos a Nigel Farage? La respuesta es no.
El efecto que busca Nigel Farage es atacar al más débil, en este caso España, somos una cabeza de turco de cara al mundo; en Reino Unido ya hace unos cuantos años que las cosas van muy mal, cada vez de mal en peor, y para defenderse lo mejor es un buen ataque, y esas son las provocaciones que nos envían desde la pérfida Albión, se trata de ahogar al más débil, en este caso un país como el nuestro, que tiene un gobierno titiritero, para crear un efecto boomerang hacia ellos mismos, al fin y al cabo, las cifras están ahí, el paro en Reino Unido va en aumento, Escocia se quiere independizar, el país no produce, y se depende de la actividad financiera de la City, el país entero está en manos de Alemania, por eso, aunque se la odia, no se le reprocha nada, chitón, en realidad, no es hispanofobia, es germanofobia, pero como no pueden decir nada contra los alemanes porque son los que pagan el conglomerado, descargan su ira contra los pobres españoles, que callan y otorgan.
Este efecto boomerang es una táctica pirata, se trata de hacer leña del árbol caído porque ellos tampoco tienen mucha leña, es un sabotaje mediático en toda regla, digno del siglo XXI, cuando no es un tabloide británico realzando la hispanofobia, son las declaraciones de personajes conocidos como el señor Farage, al cual le declararemos persona non grata en España.
Aunque si bien es cierto que en España nos hace falta un personaje así, al estilo de Nigel Farage, mediático a más no poder y que lance este tipo de provocaciones contra otros países, necesitamos más de un Nigel Farage, porque tenemos políticos mediocres, y pésimos oradores. Por culpa de ellos es que estamos como estamos, detrás de la trinchera defendiéndonos de todo tipo de ataques como los de este señor.
A España le bailan el agua por todas partes, los marroquíes provocando para que les devolvamos Ceuta y Melilla, la UEFA reconociendo a Gibraltar como miembro de pleno derecho, Bruselas apretándonos las tuercas con respecto al plan de ajuste económico, etc. etc. etc.
Nigel Farage es el claro exponente británico de político que tiene en mente atacar a los países del sur de Europa, España primordialmente (más aún porque en ella reside el mayor porcentaje de británicos de la Unión Europea) y, a los de arriba (Alemania, Francia, Escandinavia) ni tocarlos ni provocarlos, sino acatarlos, en la teoría y en la práctica.
Nigel Farage se ensaña sólo con los débiles, a los fuertes ni se atreve a mencionarlos, no vaya a ser que se enfanden y le hagan pupa.