sábado, 23 de febrero de 2013

Abdicaciones

El 2013 pasará a la Historia como el año de las abdicaciones.

El pasado 11 de febrero el Papa Benedicto XVI  anunció que renunciará a sus funciones el día 28 del mismo mes por motivos de salud, tras siete años de Pontificado,  una decisión que cuenta con muy pocos antecedentes a lo largo de la historia.
Si bien el sumo pontífice dimisionario más próximo fue Gregorio XII (1415), el precedente de Celestino V (1294) es el único que no da lugar a dudas sobre la espontaneidad de la decisión.
 
En los Países Bajos, la Reina Beatriz anunció el 28 de enero su decisión de abdicar el próximo 30 de abril, trigésimo tercer aniversario de su investidura real, en favor del heredero, su hijo Guillermo Alejandro, príncipe de Orange.
La Reina Beatriz tiene 75 años, su hijo Guillermo 45, cuando Beatriz fue proclamada reina en 1980, tenía 42 y su madre, la Reina Juliana, tenía 71 años, pues el 30 de abril era la fecha de cumpleaños de Juliana.
 
 
En España, políticos  como el socialista catalán Pere Navarro, primer secretario del PSC, piden la abdicación del Rey en su hijo el Príncipe de Asturias para que lidere, en sus propias palabras  “una segunda Transición”.
Las declaraciones de Navarro han causado el rechazo de los miembros de su partido, el Partido Socialista Catalán (PSC) y una gran división de opiniones en la sociedad española.
En los últimos años hemos ido siguiendo el curso de las enfermedades y operaciones del Rey, frecuentes caídas y operaciones de huesos y cadera. Don Juan Carlos tiene la misma edad que la Reina Beatriz, 75 años y ambos son primos carnales.
Los periódicos anuncian esta semana que el Rey se operará de nuevo el próximo 3 de marzo de su hernia discal, cada tantos meses o años Su Majestad tiene que visitar el hospital, porque nos guste o no, es un abuelete, al menos está en la edad de estar jubilado.
Nos da el Papa Benedicto una lección de coraje al renunciar a un Pontificado para el que salió elegido en un cónclave organizado y amañado por él, pero del que todos esperábamos que sería (y es) un Papado de transición, breve e intenso, pero sin dejar de ser nefasto y más conservador que el de su predecesor Juan Pablo II, con la esperanza de que este corto Papado condujese a uno revolucionario de un Papa joven y progresista proveniente de Asia, África o América Latina.
Si los Papas renuncian en vida a un cargo que parecía ser de por vida, rompiendo así un tabú, no cabe duda alguna que un Monarca también puede renunciar, sobre todo cuando se está en una edad en la que las facultades físicas y mentales están debilitadas.
 
Los Monarcas ya no mueren con las botas puestas, en la cama y de viejos, si no lo hacen ya ni los Papas, menos aún lo pueden hacer los Reyes, no son cargos divinos porque la Monarquía moderna, constitucional y democrática hace ya muchos años que rompió con ese anacronismo, aun siendo la Monarquía un anacronismo en sí en la sociedad en la que vivimos.
Don Juan Carlos, que es Jefe de Estado de un país cuya religión oficial es el catolicismo que sigue al Vaticano, debería de tener en cuenta el ejemplo del Sumo Pontífice e incluso de su prima holandesa Beatriz, de que no hace falta morir con las botas puestas o de cumplir con la premisa de la Reina de Gran Bretaña (que si lo hará) de que es a duty for life  (una responsabilidad de por vida).
A los 75 años uno está ya más que retirado, está en edad de viajar con la tarjeta de tren en la que los viajes te salen con un noventa por ciento de descuento, se pasea a los nietos por el parque y en lugar de pensar en comprarse una casa, uno piensa en si ha comprado un panteón, como decía el gran Miguel Gila.
Felipe de Borbón y Grecia tiene más o menos la misma edad que su primo segundo Guillermo, 45 años, y lleva más de 20 preparado para su tarea de reinar como Felipe VI, Se ha casado, igual que su primo, con una plebeya, una periodista republicana divorciada y ha tenido dos hijas, el príncipe Guillermo y su esposa, la princesa Máxima, han tenido tres hijas.
Nada perdura, nada es para siempre, todo cambia y nada permanece.
Esta Monarquía nuestra ha perdido el rumbo de navegación, necesitan un nuevo guionista con mejores papeles, un gran asesor de imagen y de comunicación y que alguien les haga ver que, tras los escándalos de los últimos años (Urdangarín, Botswana, etc etc) es hora de que el Rey, en este año de 2013 abdique en su hijo para que por fin penetre el aire fresco en una institución que se ha quedado marchita y ya no camina acorde con los nuevos tiempos de modernidad.
Y le corresponde al Príncipe, que es más mediático y menos carismático que su padre, liderar esa Transición de la que Navarro habla, primero preguntándole al pueblo, mediante referéndum, si quieren seguir con los Borbones, o convertirse en una república como Francia, Alemania o Italia.

viernes, 22 de febrero de 2013

'Child with a dove' (Picasso)



'Child with a dove' (1901) by Pablo Picasso, symbol of the National Gallery in London, is about to go to Qatar

Many British and non-British thought it belonged to the state because it is in England since 1924 and has hung in the National Gallery since 1974.

It is a well-known painting that is incorporated into the museum's iconic set. Currently on display at The Courtauld Gallery in London as part of the exhibition 'Becoming Picasso: Paris 1901', from 14 February to 26 May.

This will surely be the last exit that makes the National Gallery because the painting belonged to the aristocratic family Aberconway, from North Wales, which was sold for 60 million euros to a buyer, according to ' The Art Newspaper ', perhaps the royal family of Qatar.

Art lovers in Britain have hit the sky because the picture will surely leave the country after the exposure. 

The Government has halted the export license to provide an opportunity for British buyers to match the amount paid by foreigners. Art institutions expect a miracle because they have finished all their financial resources in recent years.



domingo, 16 de diciembre de 2012

Visonadas de visón


Hubo una época en España, allá por los años 70 y 80, en que era habitual ver puesto a las mujeres los famosos abrigos de visón.
A finales de los años 80 la cultura del abrigo de visón decayó, en parte porque las peleterías eran incapaces de crear innovadores diseños acordes a las nuevas modas, durante toda la década de los 90 el visón quedó relegado a pieza de museo, se convirtió en una prenda desfasada, símbolo del maltrato animal, pues el visón es el animal más explotado en las granjas de peletería europeas, junto con el zorro, la chinchilla, el lince, o incluso el hámster.


Ayer, en uno de mis frecuentes viajes a Oviedo, pude observar que la mujer ya entrada en años es portadora de este tipo de abrigos cuando el frío llega al Principado, son muchas las mujeres que llevan puestos los visones y las joyas por las calles de la capital asturiana, uno se siente realmente transportado a otra época, con ese olor de Guerlain en el ambiente impregnándolo todo.
En Oviedo van a contracorriente de la moda, no importa la prolífera campaña mundial que se ha llevado a cabo en contra del uso de las pieles en moda, incluso modelos como Naomi Campbell se han prestado a colaborar en dichas campañas posando desnudas.
Cabe decir que a partir del nuevo milenio, allá por el 2000/2001, se volvió a poner de moda el abrigo de piel, con diseños más juveniles y asequibles en cuanto a estilo para todas las edades, es decir, el visón dejaba de ser un abrigo exclusivamente para señoras que pasasen la barrera de los cuarenta o cincuenta años, ya no era patrimonio de nuestras madres y abuelas, sino que jovencitas podían comprar, siempre y cuando tuviesen esa capacidad adquisitiva, chaquetas juveniles fabricados en este material.
La cultura del abrigo de visón fue compatible con la de los años del gobierno socialista de Felipe González, Isabel Preysler o Carmen Franco Polo fueron ejemplos de personajes del papel cuché habituales de esta moda.
El uso de las pieles en moda es un símbolo de ostentación, no hay nada más caro que un abrigo de chinchilla o de visón, es el lujo del lujo, símbolo de poder económico, denota poder económico y, a la vez, es un ejemplo del mal gusto aquellos que sufren el llamado “síndrome del rico”, el cual consiste en aparentar no ser pobre, aparentar una gran solvencia económica, y lo padecen este síndrome los “nuevos ricos” es decir, aquellos que primero vieron en su vida miseria y carencia.
El abrigo de visón es un anacronismo, un símbolo de una época en la que no se era consciente de muchas cosas, una de ellas, que para la confección de este tipo de prendas hay que asesinar a una tipología de animales que no lo merecen. Es una prenda cara, y llevarla puesta conlleva dar a entender a los demás que no eres pobre, sino todo lo contrario, que tienes la capacidad de comprar un abrigo que vale miles de euros.
El rico de verdad, ese que lo tiene, lo guarda y prefiere la discreción, ese que tiene el buen gusto de combinar unos vaqueros del zara con unas zapatillas deportivas caras y un abrigo de paño huye de este tipo de ostentosidad, de algo que forma parte de la moda hortera de hace décadas.
Aunque siempre quedarán señoras que lleven puesto estos abrigos de visón, empeñadas en visonear, continuarán haciendo visonadas con el abrigo sacándolo a la calle, es decir, visonadas de visón.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Los chicos con las chicas


El Gobierno de turno está más preocupado en apolillar España que en tomar medidas verdaderas para salir de la crisis económica.

¿Segregación en las escuelas? ¿En pleno siglo XXI? No sé si reír o llorar, es una medida patética, ¡no hombre no!, eso era antes, en el siglo XIX, ¿qué va a ser lo próximo? ¿Obligar a llevar corsé y vestidos largos a las mujeres y sombrero y bastón a los hombres?


Esta es una medida más que confirma la ranciedad del momento, cuando gobierna un gobierno conservador el país se vuelve rancio, se ennegrece, se apolilla, la caspa comienza a caer de los árboles, los buenos días nos los da Dios y la religión sustituye a esa asignatura cívica que aprobó el Gobierno de Zapatero.

Es más importante que los niños aprendan el catecismo o a rezar que no aprendan a tolerar y ver que lo diferente no es malo, que una pareja de dos mujeres es algo tan normal como la de un hombre y una mujer, claro, esto no interesa, preocupa más que los niños no sepan el credo.

Por la misma razón que no se educa a un niño de una forma diferente a la que se educaría a una niña, tampoco se debería de separarles en el ámbito educativo atendiendo a una clasificación de sexos.

Pues mientras a los niños españoles de padres conservadores y no conservadores se les obliga a rezar credos, en otras partes del mundo los niños aprenden cosas más razonables educados en la libertad de elegir, que es lo más importante, que elijan que les gusta y qué no les gusta.

Volvemos, como siempre, atrás en el tiempo cuando gobierna este PP, buscamos como referente el Valle de los Caídos, el blanco del sujetador, el cine de barrio, la peseta rubia, el rosario, la mantilla y el toro.

Mirar atrás no es bueno, jamás, debe de ser sólo un retrovisor que prevenga de errores futuros, mirar atrás supone nostalgia, y la nostalgia nunca es buena, jamás, sobre todo en un país como España, que acumula cadáveres en el armario o metidos bajo la alfombra, los cuales no se tocaron durante la Transición.

Había una canción del grupo musical Los Bravos que se titulaba “Los chicos con las chicas”, título a su vez de una película española de 1967, dirigida por Javier Aguirre, protagonizada por el mismo grupo.

En efecto, los chicos con las chicas deben de estar, las chicas con los chicos han de vivir, y estando todos juntos pueden cantar, y sonreír, y muchas más cosas, ¡y hasta procrear! Que para eso estamos en el 2012 y ya hace doce que no nos quedamos calvos como vaticinaban.

Si en el 67 ya éramos progres, algunos, no entiendo a qué estamos jugando en el 2012, ¿a destruir lo construido?

domingo, 25 de noviembre de 2012

Vespuccio y el primer mapa de América (1507)


Hay infinidad de bibliografía española que nos explica que Américo Vespuccio fue un estafador, un usurpador, un aprovechado, que robó la gloria a Cristóbal Colón.
Habría que contradecir este tipo de afirmaciones para decir no rotundamente a tales exageraciones. En una época muy diferente a la actual, estamos hablando del siglo XVI, Vespuccio se benefició de la casualidad, de la suerte de que un impresor alemán, Martín Waldseemüller, publicara su mapa del Nuevo Mundo, en 1507.
El nuevo mapa fue publicado en un país que ya disponía de las primeras imprentas, para entonces Colón ya había muerto unos años antes. El impresor jamás soñó que daría a un desconocido tanto renombre. La gloria la hizo la casualidad.
Desde que Vespucio anunciara el hallazgo del nuevo continente, éste había recibido varios nombres, cuya aplicación y aceptación era generalmente regional. Así, los castellanos lo llamaban “Indias” o “La gran Tierra del Sur”; los portugueses, “Vera Cruz” o “Tierra Santa Cruz”. Algunos cartógrafos empleaban “Tierra del Brasil” (que sin embargo aludía a una isla imaginaria), “Tierra de Loros”, “Nueva India”, o simplemente “Nuevo Mundo”.
En la imprenta de la abadía de Saint-Dié-des-Vosges en Lorena, Francia, trabajaban varios editores que quedaron impresionados por la lectura de las publicaciones que pretendían narrar las proezas vespucianas: había llegado a sus manos un ejemplar traducido al alemán de la Lettera y otro francés de Mundus Novus, de los tantos que circulaban por Europa.
Decidieron dar a conocer las nuevas noticias en la forma de un pequeño tratado llamado Cosmographiae Introductio acompañado por una traducción al latín de la Lettera bajo el título Quattuor Americi navigationes (Cuatro Viajes de Américo), y publicarlos bajo la forma de un panfleto.
El 25 de abril de 1507 salieron del taller las dos primeras ediciones. En el capítulo IX del texto se sugería que el nombre del Nuevo Mundo debería ser “América” (femenino por analogía a “Europa”, “Asia” y “África”) en honor de quien la reconociera como tal: ab Americo Inventore (…) quasi Americi terram sive Americam (“De Américo el descubridor (…) como si fuese la tierra de Américo o América”) No se sabe con certeza cuál de los impresores es el creador del nombre. El Gymnase Vosgien (“Gimnasio de los Vosgos”) estaba integrado por Vautrin Lud, Nicolás Lud, Jean Basin, Mathias Ringmann y Martín Waldseemüller. Los especialistas se inclinan por Ringmann o por Jean Basin de Sandacourt, el traductor de la Novus Mundus al latín.
Recomiendo el libro del autor alemán Stefan Zweig, Américo Vespuccio, la historia de un error histórico (1931), que explica en forma de novela los motivos por los cuales Américo Vespuccio dio su nombre a un continente recién descubierto.

sábado, 24 de noviembre de 2012

J.R.




Ha muerto J.R., el actor estadounidense Larry Hagman. Ha muerto esta vez en la vida real, sin ficción, sin cliffhanger (esos cierres inesperados de temporada para mantenerte en vilo para la próxima temporada).

Harry Hagman fue un actor que no pudo hacer una carrera brillante en Hollywood en películas de primera categoría, a los 47 años el éxito mundial le llegó encarnando al villano más famoso de la televisión, el personaje más perverso y maquiavélico de las soap operas (telenovelas) made in USA.

Dallas fue la serie más exitosa de los 80, trece temporadas y 351 episodios la avalan, ni Dinastía ni Falcon Crest pudieron competir en audiencia con la mítica e icónica serie, creada para la CBS en 1978.

En España, más de veinte millones de personas veían Dallas en 1980, cuando Jose María Calviño dirigía la tele pública, y no había otro canal más que la primera y la segunda cadena de TVE.

Luego dejó de emitirse, no se compraron más episodios que las primeras temporadas de la serie, se pudo ver íntegra en la televisión gallega, era gracioso ver a los americanos hablando con acento celta y escuchar de la desgraciada Sue Ellen decir cosas como "JR ¿o que diaños está dicindo?".

Nos sorprendía la serie por aquel entonces por las buenas y malas cosas que les ocurría a la familia Ewing, a fecha de hoy, cualquier historia de cualquier familia de a pie supera con creces los traumas de los Ewing, hay un Dallas en cada casa española, pues los ricos también lloran, porque no saben lo que es la necesidad, pero los pobres ya están acostumbrados a llorar porque están habituados.

domingo, 18 de noviembre de 2012

El Bovarismo


En palabras del escritor Marcelo Scalona, el Bovarismo es una de esas enfermedades que (curiosamente), debería propagarse para fortalecer al hombre y salvaguardar la especie. Es más, sólo si sucede una pandemia universal de bovarismo, el hombre del futuro podrá sobrevivir a las máquinas, las corporaciones y el discurso unilateral del poder nuclear. 
Se entiende por bovarismo el estado de insatisfacción crónica de una persona, producido por el contraste entre sus ilusiones y aspiraciones (a menudo desproporcionadas respecto a sus propias posibilidades) y la realidad, que suele frustrarlas. El término fue utilizado por primera vez por el filósofo francés Jules de Gaultier en su estudio Le Bovarysme, la psychologie dans l’oeuvre de Flaubert (1892), en el que se refiere a la novela Madame Bovary de Gustave Flaubert, en concreto a la figura de su protagonista, Emma Bovary, que se ha convertido en el prototipo de la insatisfacción conyugal.
Pocas novelas han dado tanto que hablar como Madame Bovary de Gustave Flaubert. Esta obra, de puro corte realista, produjo en la sociedad europea primero, y en todo Occidente después, una serie de críticas, análisis e investigaciones fuera de lo común.
Don Quijote fue el primer bovarista, el ingenioso hidalgo fue el primero en contraer el temible mal, de esta enfermedad crónica, incurable, sintomática, y Miguel de Cervantes fue el primer descubridor del virus. Aunque el término bovarismo no está recogido en el Diccionario de la Real Academia Española tiene un uso relativamente frecuente en obras ensayísticas y figura en diccionarios de Psicología.
Los bovaristas son unos auténticos incomprendidos por una sociedad hipócrita del siglo XXI, como lo fueron Ana Ozores y Emma Bovary dos siglos antes.
Transitan por la calle buscando el ideal de las cosas, ni el parque está lo suficiente verde, ni las calles lo suficientemente limpias.
El bovarista es capaz de suicidarse por ser incapaz de soportar la vulgaridad que le rodea, la de una sociedad feista donde cada vez más son frecuentes los desahucios y suicidios, no lo haría si fuese acosado por su banco bajo amenaza de ser despojado de su propia casa, ¡qué contradicción!

sábado, 17 de noviembre de 2012

Al Real Oviedo le ha tocado "el gordo"



Al Real Oviedo le ha tocado "el gordo" de la lotería por anticipado, quién mejor que el hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, para gestionar un club de fúbol que, hasta hace pocas semanas, se daba por acabado.
Un gran regalo de navidad, el premio gordo más gordo de la historia del fútbol español, no hay empresario carbayón que hubiese hecho algo por el Oviedo, sino todo lo contrario, llenarse los bolsillos y aprovecharse de la situación.
Carlos Slim, empresario agudo, porque de lo contrario no estaría en el primer puesto de hombres más ricos del planeta, ha comprado por un precio irrisorio (para él) un equipo al que incorporará fichajes estrella, renovará por completo y ampliará, con la ilusión de devolverlo a Primera División y, luego quién sabe, venderlo por más del triple de lo que le costó.
Eso se llama negocio, y pasión por el deporte, negocio y deporte que beneficia a todos, socios, deportistas, club, economía y a él mismo.
Gracias a Slim, el Real Oviedo puede continuar su andandura y seguir ofreciendo a la afición (si es posible) numerosas tardes de éxitos.
I toast to you Real Oviedo and the long may you live!

viernes, 16 de noviembre de 2012

Quejarse


Quejarse no está bien visto en España, ya no digo informarse, donde te miran como si fueses tonto.
Vivimos, por desgracia, en una sociedad "light", un estilo de mundo feliz donde se ha conseguido aplacar a la masa, donde la mayoría está silenciada y, ante una injusticia, se reacciona con lentitud, protestar, reclamar, quejarse por tus derechos parece como que está fuera de lugar, como si fuese algo anormal, descontextualizado, en una sociedad como ésta, donde todo está prohibido o es políticamente incorrecto, por ejemplo está prohibido fumar en sitios públicos, está prohibido conducir a determinada velocidad, está todo moderado.
La sociedad que nos toca vivir, a fecha de hoy, es una sociedad moderada, donde todo o casi todo es "light", quejarse no tiene cabida dentro de este tipo de sociedad, que los medios de comunicación, las multinacionales extranjeras y los sucesivos últimos gobiernos han logrado fomentar.
El aplatanamiento es feroz, uno se acerca por ejemplo a la estación de tren FEVE de un pueblo cualquiera, donde parece que trabajan dos mil empleados pero nadie mueve un dedo, y en una ventanilla gigante que hay dentro del edificio, supuestamente para que te informen, no hay nadie, y, cuando de repente pasa alguien por allí y le preguntas cierto tipo de información, como por ejemplo si un determinado tipo de abono sirve para tal o cual ciudad o pueblo, la respuesta es ambigua, ni él mismo lo sabe ¡y trabaja ahí! Y la cara con la que te mira lo dice todo, se traduce en ¿por qué c*** me preguntas algo?
En resumidas cuentas, vivimos en un país donde la Policía pega, los controladores aéreos no quieren ir a trabajar, los aviones se caen, se construyen carreteras que los coches no usan, aeropuertos sin aviones, circuitos de fórmula uno donde no celebran campeonatos y, lo más importante, donde el cliente nunca, o casi nunca, tiene la razón, ya sea usuario, consumidor o cliente, quejarse, que es un derecho, está mal visto por la falta de práctica, y mal gestionado, la respuesta es lenta, estrepitosa y falta de profesionalidad.
Tal y como está España actualmente tendríamos que quejarnos una vez al día por lo menos, no hace daño pero desmotiva tanta decepción, si las cosas no funcionan correctamente habrá que quejarse, guste o no guste, porque uno de los aspectos positivos de la queja es mejorar el servicio que se da al usuario final.
¿O vamos sólo a esperar a quejarnos cuando los trenes no funcionen o no haya gente para conducirlos? Ya sería demasiado tarde, porque tarde es siempre la reacción española a la hora de actuar.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Más papistas que el Papa



Aquel verano de 1978 tuvimos algo excepcional, tres Papas consecutivos, primero Pablo VI, el cual ya anciano y enfermo murió Castelgandolfo el 6 de agosto, le sucedió el bueno y trasgresor Albino Luciani, alias Juan Pablo I, el cual reinó en el Vaticano 33 días, y por último el polaco Karol Wojtyla, Juan Pablo II.
Juan Pablo I fue el Papa al que no dejaron ejercer su revolución dentro de la Iglesia, fue el Papa del pueblo, el mejor Papa desde Juan XXIII. Defendió una Iglesia pobre y pagó un alto precio por sus pretensiones.
El Cardenal francés Villot, que siempre fumaba Gitanes, le envenenó la bebida, posiblemente el té de la noche. Luciani planeaba meter mano en las finanzas del Vaticano. No se le hizo autopsia y se le embalsamó antes del plazo de rigor, para ello se falsificó la hora de defunción.
Gracias a este macabro asesinato, Villot pudo ver su sueño cumplido de ver coronado a su preferido, el polaco que se sentaba al lado de Luciani en el cónclave anterior.
Aquel caluroso verano del 78 hubo dos cónclaves, el primero lo perdieron los partidarios de Villot, el segundo lo ganaron después de un vil asesinato sobre el que la Iglesia no se ha pronunciado jamás, lo que ocurre en el Vaticano, se queda en el Vaticano.
Juan Pablo II fue un Papa conservador, precisamente lo que quería la Curia romana, el actual Papa, el alemán Josef Ratzinger, es más de lo mismo, conservadurismo, intolerancia sobre ciertos temas y una Iglesia rica, que no es precisamente lo que quería Jesucristo.
Wojtyla estuvo casi 27 años, uno de los pontificados más longevos de la Historia, Ratzinger fue elegido cuando ya era un hombre anciano, en parte por haber organizado minuciosamente los funerales de su predecesor.
Ratzinger, para bien o para mal, está considerado un Papa de transición, un paréntesis entre un Papa mediocre como Juan Pablo II y el magnífico Papa, posiblemente latinoamericano, que está llamado a sucederle.