El
Papa Francisco recibió en audiencia privada a los Reyes de España, los cuales
están de visita en el Vaticano con motivo de la canonización de los Papas
Juan XXIII y Juan Pablo II. Fueron 53 minutos en los que se habló de todo un
poco, la actualidad mundial (crisis de Ucrania incluída) y la alarmante
situación de desempleo en nuestro país. La anécdota de la jornada la puso el
Sumo Pontífice, quien le cedió el turno al rey Juan Carlos para que
entrase primero en la sala de reuniones diciéndole: “Usted primero, que ya sabe
que en las procesiones los monaguillos van delante”. La broma, que
provocó una fuerte carcajada, pone de manifiesto una serie de factores a tener
en cuenta: 1) Que el Papa no por ser más viejo que el Rey es más tonto, al
contrario, sabe más el Papa por viejo que por Papa, y sabe como lidiar con cada
situación, cada personaje, cada familia, en este caso la famosa monarquía
española de elefantes, Urdangarines, Infantas, y demás escándalos. 2) El Papa
con estilo y humor le recuerda al rey Borbón quién tiene más poder, es decir,
Juan Carlos I es rey de un país que poco o nada pinta en Europa y en el mundo,
y el Papa es el jefe supremo de la religión con mayor número de fieles en
el mundo, la católica, es obispo de Roma, sucesor de San Pedro y Jefe de Estado
de la Ciudad del Vaticano; el rey Juan Carlos es el Jefe de Estado de un país
cuya religion oficial está supeditada a Roma, la católica apostólica romana. 3)
El Papa no le contestaría de la misma manera a la reina del Reino Unido o al
presidente de Francia, porque por un lado, representan a países que no siguen
al Vaticano o que han roto hace cientos de años con él y cuyos países son
estados aconfesionales en el caso de Francia y estados como el Reino Unido
donde la jefa de la iglesia anglicana es la reina Isabel II, cuyos dominios,
antiguas colonias del imperio y ahora países miembros de la Mancomunidad de
Naciones, dobla en número a lo fieles del Papa Francisco. 4) Aparte de la poca
seriedad que transmite la Familia Real española, está claro que el término
“monaguillo” es un piropo sarcástico para definir a alguien que no quiere
marcharse, que ya tendría que haber abdicado, como ha hecho Beatriz de Holanda;
el Papa es un seguidor de la actualidad mundial y lo que ocurre en España no le
es ajeno, además, donde hay confianza siempre da un poco de asco, y ya que las
relaciones con la América Hispana nunca han sido buenas, el Rey es recordado
por el famoso “por qué no te callas” de una de las últimas cumbres
iberoamericanas, el Papa no ha hecho sino darle un poco de su propia medicina y
le ha recordado quien manda más y quien influye más en el mundo. Obama iría
antes a ver al Papa Bergoglio que al rey Juan Carlos. Quizá vaya siendo hora de
modificar está supeditación a Roma de la religion española, al fin y al cabo la
mayoría de fieles están en Hispanoamérica, nosotros lo único que obtenemos es
espectáculos bochornosos de mantilla y peineta como los de hoy de este séquito
tétrico viajando a un evento absurdo con los gastos pagados.
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martes, 29 de abril de 2014
El monaguillo
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jueves, 14 de marzo de 2013
El Papa Paco
Habemus Papam. El nuevo Papa es de Argentina, tiene apellidos italianos y se ha hecho llamar Francisco I, para los españoles será el Papa Paco. Primer Papa argentino de la historia del Papado, el primero del continente americano y el primer jesuita en alcanzar la sede del Vaticano.
Hace unos días pronostiqué que el nuevo Papa sería latinoamericano (o iberoamericano como se prefiera denominar), pensaba que los uno de los favoritos, el cardenal hondureño o el cardenal brasileño saldría elegido, pero no, ha sido Jorge Mario Bergoglio, que ya fuera favorito en 2005 y pidió en aquel cónclave después de la tercera votación, casi entre lágrimas, que no le votasen, lo cual facilitó el camino a Ratzinger para hacerse con el Pontificado.
A las dos horas de conocerse el nuevo Papa, ya circulaban en los medios de prensa anglosajones (principalmente Reino Unido y USA) noticias amarillistas y algunas de ellas algo sensacionalistas que relacionaban al nuevo Papa Francisco con la dictadura de Videla de mediados de los 70.
Está claro que cuando alguien o algo no les gusta a los anglosajones, le comienzan una campaña de desprestigio internacional en forma de queja, porque hubiesen preferido un Papa que no fuese de un país del cono sur. Los británicos temen por las Islas Malvinas, en permanente conflicto con Argentina sobre la soberanía del archipiélago, un Papa proveniente del país andino, puede estorbarles a sus intereses geopolíticos.
No son los únicos, hay muchos países que no gustan del nuevo Papa, por delante va la diplomacia y el quedar bien, y todos han felicitado a Bergoglio, aunque luego a la espalda, vienen las opiniones y comentarios de esto o aquello. Así por ejemplo a USA no creo que le agrade un Papa de un país latinoamericano, para USA cualquier país de México para abajo no es América, es el diablo personalizado y sinónimo de drogas, corrupción, mafias, y emigración ilegal.
El nuevo Papa tiene cara de bueno, es sencillo, simple, humilde, me ha gustado mucho verle en el balcón cuando apareció, es otro estilo, muy diferente a sus dos predecesores, un estilo que me recuerda a Juan Pablo I y a Juan XXIII. Quizás el cónclave haya dado en el clavo a la hora de elegir a este jesuita para conducir la Iglesia del siglo XXI, reformarla y terminar con los conflictos que arrastra condigo.
Este Papa tiene cara de buena gente, y eso puede no gustar, se ve que va a ser un Papa bueno, menos malo que los anteriores, menos conservador, aunque de derechas, como todos los cardenales, pero puede dar la campanada, puede ser el Papa meteoro que necesitan los fieles, después de dos Papas rancios consecutivos.
Larga vida a Francisco I, el Papa Paco. Por una Iglesia católica humilde, pobre, sencilla, sobria, y limpia de todo mal interno y externo.
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jueves, 15 de noviembre de 2012
Más papistas que el Papa
Aquel verano de 1978 tuvimos algo excepcional, tres Papas consecutivos, primero Pablo VI, el cual ya anciano y enfermo murió Castelgandolfo el 6 de agosto, le sucedió el bueno y trasgresor Albino Luciani, alias Juan Pablo I, el cual reinó en el Vaticano 33 días, y por último el polaco Karol Wojtyla, Juan Pablo II.
Juan Pablo I fue el Papa al que no dejaron ejercer su revolución dentro de la Iglesia, fue el Papa del pueblo, el mejor Papa desde Juan XXIII. Defendió una Iglesia pobre y pagó un alto precio por sus pretensiones.
El Cardenal francés Villot, que siempre fumaba Gitanes, le envenenó la bebida, posiblemente el té de la noche. Luciani planeaba meter mano en las finanzas del Vaticano. No se le hizo autopsia y se le embalsamó antes del plazo de rigor, para ello se falsificó la hora de defunción.
Gracias a este macabro asesinato, Villot pudo ver su sueño cumplido de ver coronado a su preferido, el polaco que se sentaba al lado de Luciani en el cónclave anterior.
Aquel caluroso verano del 78 hubo dos cónclaves, el primero lo perdieron los partidarios de Villot, el segundo lo ganaron después de un vil asesinato sobre el que la Iglesia no se ha pronunciado jamás, lo que ocurre en el Vaticano, se queda en el Vaticano.
Juan Pablo II fue un Papa conservador, precisamente lo que quería la Curia romana, el actual Papa, el alemán Josef Ratzinger, es más de lo mismo, conservadurismo, intolerancia sobre ciertos temas y una Iglesia rica, que no es precisamente lo que quería Jesucristo.
Wojtyla estuvo casi 27 años, uno de los pontificados más longevos de la Historia, Ratzinger fue elegido cuando ya era un hombre anciano, en parte por haber organizado minuciosamente los funerales de su predecesor.
Ratzinger, para bien o para mal, está considerado un Papa de transición, un paréntesis entre un Papa mediocre como Juan Pablo II y el magnífico Papa, posiblemente latinoamericano, que está llamado a sucederle.
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