Mostrando entradas con la etiqueta error. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta error. Mostrar todas las entradas

domingo, 25 de noviembre de 2012

Vespuccio y el primer mapa de América (1507)


Hay infinidad de bibliografía española que nos explica que Américo Vespuccio fue un estafador, un usurpador, un aprovechado, que robó la gloria a Cristóbal Colón.
Habría que contradecir este tipo de afirmaciones para decir no rotundamente a tales exageraciones. En una época muy diferente a la actual, estamos hablando del siglo XVI, Vespuccio se benefició de la casualidad, de la suerte de que un impresor alemán, Martín Waldseemüller, publicara su mapa del Nuevo Mundo, en 1507.
El nuevo mapa fue publicado en un país que ya disponía de las primeras imprentas, para entonces Colón ya había muerto unos años antes. El impresor jamás soñó que daría a un desconocido tanto renombre. La gloria la hizo la casualidad.
Desde que Vespucio anunciara el hallazgo del nuevo continente, éste había recibido varios nombres, cuya aplicación y aceptación era generalmente regional. Así, los castellanos lo llamaban “Indias” o “La gran Tierra del Sur”; los portugueses, “Vera Cruz” o “Tierra Santa Cruz”. Algunos cartógrafos empleaban “Tierra del Brasil” (que sin embargo aludía a una isla imaginaria), “Tierra de Loros”, “Nueva India”, o simplemente “Nuevo Mundo”.
En la imprenta de la abadía de Saint-Dié-des-Vosges en Lorena, Francia, trabajaban varios editores que quedaron impresionados por la lectura de las publicaciones que pretendían narrar las proezas vespucianas: había llegado a sus manos un ejemplar traducido al alemán de la Lettera y otro francés de Mundus Novus, de los tantos que circulaban por Europa.
Decidieron dar a conocer las nuevas noticias en la forma de un pequeño tratado llamado Cosmographiae Introductio acompañado por una traducción al latín de la Lettera bajo el título Quattuor Americi navigationes (Cuatro Viajes de Américo), y publicarlos bajo la forma de un panfleto.
El 25 de abril de 1507 salieron del taller las dos primeras ediciones. En el capítulo IX del texto se sugería que el nombre del Nuevo Mundo debería ser “América” (femenino por analogía a “Europa”, “Asia” y “África”) en honor de quien la reconociera como tal: ab Americo Inventore (…) quasi Americi terram sive Americam (“De Américo el descubridor (…) como si fuese la tierra de Américo o América”) No se sabe con certeza cuál de los impresores es el creador del nombre. El Gymnase Vosgien (“Gimnasio de los Vosgos”) estaba integrado por Vautrin Lud, Nicolás Lud, Jean Basin, Mathias Ringmann y Martín Waldseemüller. Los especialistas se inclinan por Ringmann o por Jean Basin de Sandacourt, el traductor de la Novus Mundus al latín.
Recomiendo el libro del autor alemán Stefan Zweig, Américo Vespuccio, la historia de un error histórico (1931), que explica en forma de novela los motivos por los cuales Américo Vespuccio dio su nombre a un continente recién descubierto.