miércoles, 11 de diciembre de 2013

El forastero


Cuando me muera que no me entierren en el cementerio, no soportaria la idea de tener que compartir el camposanto con los que me denostaron en vida, pensar que tendría que tenerles en la tumba de la esquina, sinceramente, me perturba, me irrita, que me arrojen al mar, sí, con los peces, sólo allí sentiré que libre me puedo conservar. 
 
Si tienen que ponerme algún epitafio, que por favor lo pongan en casa del Bonifacio, algo así como que viví como me dio la real gana, que tuve valor y que varias veces me la metieron doblada, pero siempre sentí amor y que jamás perdí el sentido del humor. 
Abuelo ya he llegado a donde me decías, no sé cómo porque manual de cómo exiliarse de España y prosperar tú no tenías. Qué orgullo pixueto, que deshonra ser diferente, qué de camino se recorre, los tiempos son distintos pero la intención es buena, no hay oro de Perú sino grandes corporaciones internacionales que nos llevan. 
 
Me crecí a mí mismo y el espanto salió fuera, no sé que fue de aquel niño retraído que se quedaba absorto mirando la estratosfera. 
El oro lo fundí en hacer una espada madre, una espada más grande que la de los caballeros templarios, con la cual atravesar a aquellos que me hicieron daño. 
El presente es distinto pero las personas algunas no cambian, convendría decirles que son feas y malas, y que la envidia no aporta nada. Ya llegará el momento, cuando de perder no haya nada.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Telecinco, Francis Franco y el debate sobre el Valle de los Caídos


El pasado 23 de noviembre contemplé estupefacto el programa de la cadena Telecinco 'Abre los ojos y mira', presentado por Emma García, periodista que parece que sólo conduce espacios destinados al morbo, para así engrosar las arcas de la cadena Telecinco, la peor y la más vista de España.
Hubo un debate en la primera parte del programa que planteaba la interrogante de si se deben de trasladar los restos de Franco fuera del Valle de los Caídos y darles sepultura en un cementerio público.
Asistían como invitados al debate Massiel, Jorge Vestrynge y Antón Losada, defendiendo la postura de sacar al dictador de su obra faraónica y de terminar con dicha obra, y Pío Moa, Alberto Bárcena y Francisco Franco Martínez-Bordiú, más conocido como Francis Franco, nieto del dictador.
Dijo Francis Franco en uno de sus turnos de réplica, 'comparar a mi abuelo con Hitler o con Mussolini es una falta de conocimiento histórico'.
La frase del mes por la boca de un señor que en esta democracia que fue tan benévola con su familia, nos viene a explicar  que su abuelo no era tan malo. De acuerdo con que Hitler y Mussolini utilizaron ambos las urnas para llegar al poder, pero Franco, un militar, redujo un país a la nada llevando a cabo la fraticida Guerra Civil para poder gobernar a su antojo sobre esa nada una vez que la terminó.
Telecinco es la principal responsable de este esperpento, en su afán de buscar siempre el morbo opta por innecesarios debates como éste donde no se llegó a ninguna postura ni se justificó adecuadamente cada postura (no hubo un sólo dato contrastable), porque conviene recordar que en lugar de continuar con la línea marcada del debate, que era si estaban a favor o en contra de trasladar los restos de Franco fuera del Valle de los Caídos, se acabó hablando del franquismo, y tuve una vez más que escuchar los largos sermones pseudohistóricos de ese personaje llamado Pío Moa, sobre lo maravillosa que fue la dictadura.
Que España es un ejemplo de mundo al revés queda de manifiesto con la cadena Telecinco permitiendo este tipo de espectáculos que insultan a la inteligencia de algunos espectadores, no todos, llevando a personas como este señor que, por verguenza y respeto hacia una gran parte de la población española, debería de quedarse en su casa.
¿Se imaginan en un cualquier país serio del primer mundo, de la Unión Europea, ya sea Alemania o Italia, un debate semejante? La respuesta es no, porque cualquier elemento fascista en estos países está prohibido, cualquier manifestación, cualquier emblema, y no sólo prohibido sino que aquel que se salte la legalidad es castigado con penas muy duras, un ejemplo de que han sabido pasar página, no hay tumbas de dictadores en estos países, ni para Hitler ni Mussolini, no se hacen debates en la tele sobre si Hitler era bueno o malo.
España jamás se recuperó moralmente de las heridas de la Guerra Civil y los cuarenta años de dictadura de un militar frustrado y obsesionado con la disciplina, hay todavía quienes no saben donde están sus familiares desaparecidos, como también hay quienes sienten nostalgia por aquel régimen que nos hizo ir con mucho retraso con respecto al resto de Europa.
La democracia le concedió todos los favores a la familia Franco, ésto sólo ha ocurrido en un país como España, que la familia de un dictador se quede a vivir en el país y que al cabo de muchos años, comiencen a hacer declaraciones a la prensa sobre política y asuntos de estado.
No es este un tema de debate, hay cuestiones demasiado vergonzosas que por respeto a nosotros mismos y a nuestra historia no se debería de discutir en el plató de una cadena puramente comercial y destinada al entretenimiento como Telecinco, porque se termina frivolizando un tema tan doloroso y espinoso como el de la Guerra Civil y la dictadura.
Los gobiernos de España no hicieron sus deberes correctamente durante la Transición ni después de ella, la idea de poner a Franco en el Valle de los Caídos, haciendo compartir el mismo espacio a fusilados con verdugo y a los obispos y monjes dar misa al lado de la lápida de un dictador, no tiene mucho sentido ni lógica en una democracia verdadera, pero todo esto fue un grave error de los gobiernos pre y post franquistas con el Rey a la cabeza.
Lo que pide el PNV por boca de su portavoz Iñaki Anasagasti, quien participó desde Bilbao en el debate vía conferencia, es lo que todos los que tenemos dos dedos de frente pedimos a gritos, el PNV aboga por dinamitar ese feo mausoleo en el medio de la sierra del Guadarrama, dinamitar esa obra levantada al totalitarismo, al salvajismo, a la intolerancia, al odio entre hermanos, una gran bomba puesta por los geos terminaría en unos minutos con una imagen de Madrid que Madrid no necesita, la obra de un dictador.
Se trata de borrar la huella más visible de un pasado vergonzoso, quitando el monumento se acabó la celebración de actos fascistas, y no sólo habría que quitar el monumento sino también prohibir y castigar duramente por ley cualquier acto, emblema o gesto que connote regímenes totalitarios.
Y Francis Franco que se quede en casa, o si va a la tele que vaya por otro motivo, por ejemplo a acompañar bailando a su hermana Carmen, algo más alegre.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Crimen de Estado



El 25 de noviembre de 1963 enterraron a John Fitgerald Kennedy, el 25 de noviembre de 1963 era un lunes tal como hoy de hace 50 años.

Kennedy fue la quinta ensencia de la persona antitodo, antisistema, un reformista de los pies a la cabeza, verdadero demócrata, a pesar de haber llegado a la presidencia de una forma un tanto oscura.

A Kennedy lo eliminaron los poderes del estado, un poco todos colaboraron en quitar de en medio a una persona que iba a cargarse ese sistema Americano consistente en financiar guerras y crear un entramado de negocio empresarial en base a esa financiación.

Kennedy no quería más Vietnam, ni Cuba, ni URSS, ni CIA, ésta última era el peligro más grande para la democracia estadounidense, y fue precisamente la CIA quien le borró del mapa en colaboración con agentes del FBI, miembros del crimen organizado, la mafia y el poder económico quien borraron la impronta del trigésimo quinto presidente de Estados Unidos.

Primero se cargaron a Marilyn Monroe, quien sabía demasiado de los Kennedy y amenazaba con abrir la boca, pero aquello fue un año y medio antes, se nos presentó de igual manera que el asesinato de Kennedy, un crimen encubierto que pareciese algo diferente, en aquel momento, un suicidio de una persona depresiva.

La Comisión Warren no fue más que un tinglado creado por Lyndon B. Johnson para cerrar de manera oficial la investigación molesta de su predecesor aludiendo que sí había sido una conspiración pero que no había pruebas refutables de ello, con lo cual sólo se aceptaba la teoría de que aquel loco llamado Lee Harvey Oswald había actuado sólo o en compañía de outros pero los disparos provenían todos de su rifle.

El ex-fiscal del Distrito de Nueva Orleans, Jim Garrison, se pasó casi media vida analizando el caso Kennedy, a su muerte el director de cine Oliver Stone le homenajeó en la película “JFK, caso abierto” de 1991, donde Kevin Costner interpreta a Garrison. La película hacía las veces de mito contra mito, a tenor de los resultados de la Comisión Warren de 1979.

John Fitzgerald Kennedy representó las esperanzas de muchos americanos, los ideales de una nueva generación, lo cual se truncó con el magnicidio de Dallas aquel viernes 22 de noviembre de 1963.

Entre todos lo matarón y él sólo se murió, todo se encubrió, se destruyeron pruebas, se borraron otras, se alteraron testimonios, se silenciaron otros, un auténtico desastre de investigación policial manejado por los poderes del estado, pero lo más grave de todo es que le expusieron a la muerte como un blanco perfecto y le dejaron morir, le abandonaron como un objetivo a merced de tiradores profesionales que utilizaron a Oswald como cabeza de turco (el cual no tenía puntería ni para acertar alguno de los disparos).

El misterio en torno a la muerte de Kennedy quizá no pueda ser revelado jamás, en parte porque la mayoría de las personas relacionadas con este caso han muerto o están a punto de morir. 

Kennedy fue un mártir de su época, como lo fue el papa Juan Pablo I o la propia Marilyn, fueron personas trasgresoras, que soñaron un mundo mejor pero que se encontraron con enemigos muy poderosos, los de siempre, los que tienen el poder económico y sufragan el poder politico, la banca y los millonarios.

Aquel mes de noviembre de hace 50 años Estados Unidos asesinó por segunda vez a uno de sus presidentes, cien años antes había sido Lincoln la víctima, pero en aquel entonces fue por causa de un fanático enloquecido, como ocurrió con John Lennon, o Martin Luther King, pero en el caso de Kennedy no fue un fanático, el fanático sí lo hubo, en este caso Oswald, pero sirvió de tapadera a un complot organizado desde el poder para cambiar al cabeza de ese poder. Fue un crimen de estado.

A JFK, por expreso deseo de su viuda, Jacqueline, le hicieron un funeral de estado como el que se le hizo a Abraham Lincoln en 1865, el cual fue asesinado en viernes también, y el cual consiguió algo por lo que la sociedad le estará agradecida por la eternidad, acabar con la segregación racial y la esclavitud.

sábado, 23 de noviembre de 2013

La losa de Franco



La losa de Franco pesa más de 1500 kilos, está de un color blanco ensuciado y por el aspecto cualquiera diría que tiene unos 38 años.

El español medio no pasa ni posa ante la losa del anterior jefe de estado, es algo tétrico, ya que aunque yace su cuerpo diminuto debajo de la losa, su fantasma aún pesa sobre la mente de muchos que le odiaron y le temieron en vida, véase expatriados, repudiados, acusados, marcados, exhonerados, encerrados, torturados, humillados, exiliados, retornados, fugados…

Es esta losa muy pesada como para hacer algún esfuerzo y levantarla, demuestra la losa lo que es España, un país vencido, de vencedores y vencidos, en su más típica version cainita de odios y pasiones toreras, un país de cobardes, que en 40 años no supieron plantarle cara al tirano. 

Mirando a Inglaterra o Francia, podemos observar que en su historia tienen revoluciones sociales en las cuales cambiaron el modelo de sociedad, sobre todo en lo que se refiere a la segunda, donde no hubo miramientos para con el clero o la aristocracia, se impuso un modelo social de justicia e igualdad.

El dictador gallego es el personaje más oscuro de nuestra historia, gracias a él aún estamos pagando caro el retroceso padecido en los mejores años del siglo XX cuando otros países europeos gozaban de aires de libertad.

La losa de Franco es demasiado pesada para quitarla, y más aún para borrarla, si no hubo valor en vida para derrocarle, menos aún lo hay hoy para eliminar el esperpento del Valle de los Caídos y trasladas sus restos a un cementerio normal como el de El Pardo. Ni en Alemania ni en Italia hay tumbas faraónicas de Hitler o Mussolini.

La losa de Franco pesa sobre las conciencias de unos y de otros, para aquellos cuyos antepasados vivieron bien a la sombra de la dictadura, nos reescriben la historia contándonos la version de que Franco trajo la democracia, para los otros, Franco no fue más que un carnicero hambriento de poder y que se perpetuó en dicho poder hasta su muerte.

La losa de Franco es demasiado vergonzosa y pesada, su lastre es horrible, es el recuerdo, la pesadilla de 40 años de falta de libertades, Franco fue un dictador que no toleraba que otros tuviesen libertad, un militar que dirigió España como si fuese su cuartel.

En España en más de 30 años de democracia no ha habido valor por parte de ningún gobierno para juzgar los responsables, si los hubiese, de los crímenes de la dictadura franquista, como si lo ha habido en países como Argentina o Chile.

El café para todos se sirvió con leche rancia y el corte de digestion fue una tremenda decepción, se tuvo grandes consideraciones con la familia de este caudillo que se creía un salvador de la patria y no era más que un hombre acomplejado, rencoroso y asexual.

El 23 de noviembre de 1975 era domingo, y Juan Carlos ya era rey, y como tal presidió aquel funeral de pompa military y glamour de cadetes y guardia mora donde ningún jefe de estado extranjero acudió a excepción de Pinochet, Imelda Marcos y Rainiero de Mónaco.

Cuando colocaron la losa metieron dentro el cuerpo muerto de un hombre que nunca pensó en devolverle al pueblo lo que él le había quitado, aunque su nieta María del Carmen si hacía lo que le daba la gana dejándose las bragas por los mejores hoteles.

La losa del General Franco es la de un personaje oscuro y siniestro, que nunca salió de España ni aceptó nada que proveniese del exterior, por considerarlo peligroso.

Me pregunto hasta qué punto puede haber descansado en paz un hombre que firmó tantas penas de muerte mientras tomaba café.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Amparo Rivelles


Amparo Rivelles  fue la digna sucesora de sus padres, los grandes cómicos (que era como se llamaban entonces) Rafael Rivelles (1898-1971) y María Fernanda Ladrón de Guevara (1896-1974).
Aprendió el oficio desde niña, en la compañía que dirigía su madre, la cual la corregía siempre a pesar del aplauso del público, para que se perfeccionase como actriz.
Amparo Rivelles no fue sólo una gran intérprete de cine, teatro y televisión, sino que fue además una gran belleza, fue el epitafio de la elegancia en el séptimo arte español, y llevó la dignidad a una profesión donde no siempre se hacen Buenos trabajos.
Trabajó con los más grandes, incluyendo a Orson Welles y Tulio Demicheli, vivió durante casi 25 años en México, donde se convirtió en “La señora Doña Amparo”, siendo la diva de varias telenovelas o seriales que ella puso de moda encabezando grandes repartos de actores, como “La hiena” (1973), o “Lo imperdonable” (1975), etc.
Vivió su vida como quiso, siendo una mujer libre, tuvo en México una hija de soltera, María Fernanda, a la que llamó como su madre, y a los 49 su hija la convirtió en abuela.
Regresó a España con las maletas en 1981 para seguir cosechando los mejores éxitos de su carrera en televisión (“Los gozos y las sombras”), cine (“Esquilache”), teatro (“Hay que deshacer la casa”) y hacerse con los premios más importantes de la profesión.
Ya en su ancianidad, la Rivelles seguía gozando del cariño del público, que nunca la dejó de querer, su rostro, no sólo era el de la mujer que ha vivido una vida larga y fructífera, sino el rostro de la dulzura, del amor, pore so, no hay compañero de profesión que hable mal de ella.
Doña Amparo se ha ido de entre nosotros llevándose el cariño, el respeto y la admiración de toda España.
Gracias Amparo, por los grandes momentos que nos has hecho pasar viendo tus trabajos.

domingo, 20 de octubre de 2013

El asco


Que a una persona le dé asco ser español es inverosímil, tanto como si el asco le fuese producido por el mero hecho de ser chino, marroquí, estadounidense o mongol. No hay una nacionalidad mejor o peor que otra, todas ellas tienen sus virtudes y defectos.

Digo esto a propósito de las desafortunadas declaraciones del cómico Alberto Pla durante su estancia en Gijón. En España hemos evolucionado del “me averguenzo de ser español” de Fernando Sánchez Dragó al “siempre he sentido asco de ser español” de Pla.

Y digo desafortunadas porque lo más adecuado hubiese sido decir que te da asco España, no ser español. Que te dé asco España en ésta época de crisis, recortes y vacas flacas que nos ha tocado vivir es no sólo una emotiva expresividad del ser sino una contribución a la colección de improperios que recibe nuestro estado nación desde hace un lustro.

Me contó hace muchos años un amigo italiano una anécdota, él me decía que había emigrado a Londres proveniente de la region Toscana en el norte del país transalpino, y que para él había supuesto una liberación el hecho de haber migrado a Reino Unido, pues desde niño, sufrió el acoso y vejaciones de sus compañeros de colegio e instituto, los cuales le vejaban por ser diferente, diferente en todos los aspectos que uno puede imaginar, es decir, era demasiado moderno, demasiado guapo, con una de esas caras no sólo demasiado bellas para ser italiano, sino para Europa, una cara diferente, peculiar, y sus amistades le hicieron sentir un patito feo, por su orientación sexual no aceptada en un pueblo de provincias de gente conservadora, en realidad, Stefano no se correspondía con lo que tenía (y tiene) que ser un italiano típico de interior.

Con el paso de los años, y ya cuando Stefano prosperó en Londres, se compró un buen coche, un flamante vehículo de color rojo a la última moda y se lo llevó a su tierra por carretera yendo por el Canal de la Mancha, Francia, atravesando Suiza, etc. para poder impresionar a toda aquella gente, que, ahora ya adultos, le habían hecho la vida casi imposible.

Cuenta Stefano que en los primeros días de estancia, la primera puñalada se la dieron en la espalda sus compatriotas, puñalada trapera, mientras estaba tomándose un café con sus primos, el coche fue rajado de un lado a otro con una navaja, incluído el maletero y la puerta del motor, todo ello hecho con ensañamiento, en la parte del motor se leía a navajazos la palabra “finocchio” (término con el que se acuña despectivamente a los homosexuales en Italia).

Desde entonces Stefano siente asco por Italia y por algunos italianos, porque no esperaba tal vil acción, la envidia de sus propios compatriotas quedó manifiesta en aquel navajazo al vehículo, desde entonces siente asco por su propia gente, pero no siente asco por ser italiano, se siente muy orgulloso de serlo, de pertenecer a una cultura milenaria que tantos aportes ha dado al mundo mundial a lo largo de la historia.

En el caso de España está muy bien sentir asco por nuestros nefastos politicos que nos mal representan, o sentir asco por la Monarquía y todos sus integrantes, sentir asco por un partido politico en concreto, sentir asco por el ejército o la Iglesia, o sentir asco por el país entero por considerarlo un país mediocre en el plano internacional, político y gubernamental, pero nunca ese asco puede ser infundado por la locura del nacionalismo, ya sea vasco o catalán, que le lleve a uno a sentir asco de ser lo que es, es decir, español, uno mismo, porque eso significa que reniegas de tí mismo, y si uno reniega de sí mismo, tiene varias opciones, una sería cambiarse de de nacionalidad, yo he tenido esa opción desde hace muchos años, convertirme en británico supone unas mil libras esterlinas, para ello uno tiene que renunciar a su nacionalidad de origen (la española) y naturalizarse británico para poder solicitar el pasaporte de Reino Unido. Tuve (y tengo) esa oportunidad, pero por mucho asco que yo sienta por España como país y por algunos españoles que daños me hicieron en el alma, no lo he llevado a cabo nunca ese paso porque tengo muy claro lo que soy y mi asco, a diferencia del de Albert Pla, no viene motivado por la distorsión de la realidad que se crea en Cataluña con respecto al resto del Estado español, mi asco es real, motivado, pero es un asco de razón y con razón, el asco es por no sentirme identificado con un país de pacotilla que nadie toma en serio en el mundo, ahí está la falta de asistencia de once jefes de estado a la Cumbre Iberoamericana de este año, por ejemplo. Es un asco histórico, anecdótico, personal, motivado y donde un servidor podría dar millones de ejemplos, pero no siento asco de ser lo que soy, español, porque si fuese británico en lugar de español, sentiría el mismo asco también.

Me da asco el asco nacionalista que sienten algunos nacionalistas hacia el resto del conjunto de la nación española, uno no puede sentir asco por Galicia y amar Cataluña o sentir asco por Madrid y amar sólo Euskadi, eso no es asco, eso es nacionalismo radical provocado por la malformación histórica y política que sufren los habitantes de estas bellas tierras por parte de los políticos de turno.

Albert Pla se equivocó de lugar y hora para manifestar tal improperio, en el bravo Gijón, la ciudad más poblada de una tierra que fue reino antes de que España existiese, y que inició la Reconquista y posterior repoblación de la meseta cuando se terminó de expulsar a los árabes de la península, si de algo carece un asturiano es de sentir asco por ser español, es asturiano, pero sobre todo español, pues por Asturias ha pasado la historia y nadie la ha malformado a su gusto, es lo que hay, con Pelayos y Francos.

Los artistas deberían de dedicarse más a lo que hacen y alejarse de la política, porque todo lo que toca la política lo contamina, Albert Pla puede ser un buen o mal actor, para gustos hay colores, pero es un artista politizado, pues su asco proviene de su nacionalismo, él preferiría ser simplemente un actor catalán, sin DNI español, en un país independiente llamado Catalunya, pero como este proceso es inviable e inaceptable, a él le provoca asco ser lo otro, que es lo real, ser español y catalán.

domingo, 22 de septiembre de 2013

La marca "España"



El pasado 18 de septiembre se cumplieron doce años desde mi llegada a Londres. Una tercera parte de mi vida la he dedicado a esta ciudad que amo, respeto, conozco y en la que me establecí.

En estos doce años he visto el acontecer de cambios importantes que han marcado la historia de nuestro país y de acontecimientos mundiales que han marcado un punto de inflexión; ya nada volverá a ser igual después de la crisis del 2008, una crisis que nos pilló desprevenidos y sin estar preparados para afrontarla.

Por aquel entonces, comienzo del nuevo milenio, España económicamente estaba en su zenit, el gobierno de Aznar había conseguido gracias al ladrillazo un deficit cero, que ingresásemos en el club del euro y que muchos inmigrantes ilegales se instalasen en nuestro país.

Han pasado cinco años desde el inicio de la crisis y España aún no ha sabido salir de ella, llevamos un lustro recesionando y la actitud internacional pasó de ser de una gran admiración por la maravillosa economía que teníamos (que era la envidia del resto de Europa) a ser el hazmerreir mundial y motivo de dar pena ajena.

El mundo actual se ha convertido en un lugar muy inseguro en todos los aspectos y, España, en ese engendro mundial de intereses particulares, de grandes tejemanejes y soberbias personales, va dando palos a ciegas todo ellos representado por unos politicos mediocres que siempre hemos tenido, el único que sabía inglés a la perfección era el respectable Leopoldo Calvo Sotelo.

España a nivel internacional no pinta absolutamente nada es un cero a la izquierda, sobre todo ahora con seis millones de parados. Una de las primeras observaciones que hice hace doce años al llegar a la capital del Támesis es que no se nos tenía en cuenta para nada, que como país éramos un destino vacacional, la supuesta “marca España” si es que existe, es un lastre para todos.

¿Cuál es la tan nombrada “Marca España? ¿Que los extranjeros imaginen que España es como toda Andalucía? ¿Que en los últimos cien años no hayamos sabido hacer un marketing adecuado alejado de los tópicos de sangria, playa, oleole, sol, corridas de toros, Carmen la gitana, y la castañuela? Spain is different, válgame dios que si lo es, va al revés del mundo en todo.

La política española es siempre a corto plazo, con miras a las próximas elecciones presidenciales, por eso los politicos españoles, a lo largo de los años de nuestra joven democracia, se han preocupado más de su propio bienestar económico y el de su partido que el del interés común del país, no han sabido barrer para casa ni tomar medidas a largo plazo, sino que cada vez que gobierna un partido, sea PP o PSOE, desmonta todo lo construido por el gobierno anterior, es como quitarle y ponerle cal a un muro, y eso desgasta al conjunto de una nación idiotizada por los programas basura de la tele tipo “Sálvame”, España es, a fecha de hoy, una república bananera con una familia real impuesta y cuyos miembros han “choriceado”.

Por otro lado España sigue encallada en el asunto de Gibraltar, en 300 años no ha sabido acabar con este anacronismo colonial en el sur de la peninsula, ni tampoco ha hecho ningún esfuerzo para poner fin a una situación peliaguda en las relaciones con Reino Unido. No hay valor, no hay “guts” (literalmente significa intestinos pero en español sería c******), y los británicos tienen una frase para ello: “Spanish people is not up to their arses”, esto vendría a significar que no servimos ni para tomar por… Lo conveniente quizá sería que España acabase siendo una colonia de Gibraltar pues la Guardia Civil es incapaz de contener la situación en la frontera y no sirve ni para vaciar una bañera llena de agua.

Y este es el país que nos han dejado, los marroquíes viven de la seguridad social sin trabajar, los rumanos roban o intentan robar y tienen más peso social que un estudiante de ingeniería, los inmigrantes que vinieron pidieron préstamos nada más llegar y no se van, los que se se han ido ya se han llevado todo lo que se podían llevar, los más grandes profesionales del país se fueron, se han ido, se van, se están yendo y continuarán yéndose. No es de extrañar que el Rey tuviese que ir a Estados Unidos a operarse, dado el caso, porque los mejores medicos están exiliados en Alemania y Reino Unido, nos hemos quedado sin muchos grandes profesionales.

Los pisos están a la venta en la mayoría de pueblos y ciudades porque las familias los compraron cuando tenían trabajo, una vez que faltó el trabajo fueron incapaces de pagar sus hipotecas. Se vivió por encima de las posibilidades, como en Grecia, a crédito, por eso somos un país poco serio y fiable que aspiraba (ya no más) a organizar unos Juegos Olímpicos engañando a los miembros del COI.

El salario mínimo español es de 600 euros, en Francia y Reino Unido es de 1300 (más del doble). No se trata de que ganemos “un poco más”, es que ganamos mucho más, sobre todo los que tenemos un buen trabajo. Pero no nos ha “enchufado” nadie, sino que hemos ido a golpe de currículum mejorándonos a nosotros mismos, desde abajo. No hemos recurrido a un familiar que fuese a hablar con el jefe de una empresa, eso en Europa no existe, sólo en España, en esa España con sesgo feudalista y latifundista que aún perdura.

Un país que no puede dar trabajo a sus hijos, es un país famélico, y no se puede tener respeto hacia él. Si no se cambia la mentalidad, la cual es negativa y de estancamiento, no se saldrá de la crisis, se seguirá echando balones fuera culpando a cualquiera. España el problema lo tiene consigo misma, tiene una crisis de identidad, de no saber si es una o 17, Madrid contra Cataluña, una crisis política (ambos partidos políticos son mediocres), una corrupción que alcanza todos los estamentos de la vida del país, todo está contaminado, como si Fukushima hubiese estallado en el centro del país y sus vapores tóxicos hubiesen llegado a cada región de la peninsula.

Hay quien todavía nostálgicamente echa de menos el periodo más oscuro de nuestra historia más reciente, los bochornosos 40 años de dictadura nacionalcatolicista por culpa de los cuales sufrimos un retraso en todos los aspectos con respecto al resto de Europa. Hay quien incluso escribe artículos y cartas nostálgicas defendiendo ese regimen o dando vivas a Franco por las calles de algunas localidades, como si los salvapatrias fuesen necesarios para desarrollar un país…

El Reino Unido tiene una de las democracias más antiguas del mundo, ha evolucionado favorablemente gracias a que sufrió (en el buen sentido de la palabra) una revolución industrial y social en el siglo XVIII al igual que Francia tuvo la suya (política) en el mismo siglo. En España no hubo una revolución industrial, ni política, ni social, ni se hizo la reforma agraria tan esperada, el único intento que tuvimos de que nos reeducaran los franceses fue repelido con el 2 de mayo de 1808, los vientos frescos del mayo del 68 no pasaron de los Pirineos, hemos estado hasta ayer, cerrados a todo.

Es por ello que el problema es un problema de raíz, incrustado en nuestra historia, habría que buscarlo mucho tiempo atrás, quizás en 1931 o incluso en 1902, o tal vez en 1898, o en 1700, para comprender el porqué de este presente tan calamitoso.


Me duele España, pero si arde en llamas no voy a orinar para que se extinga el fuego, que conste.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Goteras

Hay goteras en el Congreso, cae el agua dentro del hemiciclo como si de una ducha se tratase. No salgo de mi asombro al enterarme de la noticia en la prensa. La imagen de las limpiadoras con la fregona, las lonas cubriendo parte de los asientos y los taiwaneses de visita hacienda fotos del esperpento a los cuales se les explica que nunca antes ha sucedido esto.
Este jarro de agua fria es simbólico, la democracia española tiene grietas, está agujereada por los corruptos, los politicos, los miembros de la Casa Real, sectores de la presa, la banca, el deporte, el arte, y podría seguir citando hasta la semana que viene. Todo ello ha provocado que se resquebraje el techo del máximo órgano de expression de nuestra joven democracia y, cual película catastrófica, comience a penetrar la gota fría dentro del parlamento.
Ello es debido a que se le hizo un apaño al techo del edificio, los apaños y remiendos no valen en democracia, a Buenos Aires se fue con un remiendo de refritos pensando que se podría convencer a los miembros del COI de que “semos” fabulosos.
Una democracia de verdad es aquella en la que se toman medidas de verdad, sin miedo, ni favoritismos, no se trata de hacerle un remiendo al techo, se trata de poner otro techo. Puede que los del PP y del PSOE no se hayan enterado aún, que como muchos de los millones de personas que habitan en España, viven en una especie de nube abstraídos del resto de la humanidad.
No sólo el Parlamento tiene goteras, el país entero tiene goteras porque nada funciona porque todos y cada uno de los estamentos de la sociedad española tienen sus propias goteras. Las empresas responsables de arreglar este tipo de desperfectos también están corruptas, peor que si las representase Pepe Gotera y Otilio, es un país de broma este nuestro.
Las goteras del hemiciclo son, aparte de un espectáculo bochornoso, un dato simbólico, cuando ya nada funciona en el país de la piel de toro, y todo se empieza a resquebrajar, la democracia se ve afectada, nuestras Cortes democráticas empiezan a desestructurarse cuando ya el agua atraviesa sus techos para poder buscar las cabezas de los melons que nos gobiernan y decirles “abre los ojos”.
Espero que tomen buena nota algunos de nuestros politicos de nuestros despropósitos, pretender organizar unos Juegos Olímpicos en una ciudad que está sucia, donde la máxima responsible de lo que sucedió en el Madrid – Arena, Mrs Bottle, aún no ha dimitido, y donde se invierte a diestro y siniestro miles de millones de euros en tonterías, como arreglar monumentos a Franco, nuestro Parlamento, las Cortes, ese edificio que ha sucumbido al paso del tiempo durante los años, tiene goteras porque no está bien atendido. Primero será atender nuestra hacienda, luego ya organizaremos que vengan los demás países a lucir palmito corriendo los mil quinientos metros lisos.
Gota a gota, quizá sea un aviso, de que todo se está hundiendo, lentamente, cuando las grietas de una presa aparecen son un síntoma de que eso se puede resquebrajar y abrir y el agua desbordarlo todo, quizá pueda ser este un toque de atención ante una inminente revolución social del pueblo, cansado de sus politicos y gobernantes y que nadie le escuche.
No es una gota, es un jarro de agua fría para cualquier mediocre gobernante de un país que no lo merece.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Madrid 2020



Los 40 millones de españoles que viven en España y no han vivido jamás en el extranjero, viven en una burbuja. Una burbuja creada por los políticos y difundida por la prensa española. Algunos hasta piensan que los extranjeros les tienen envidia por ser un paraíso. La triste realidad es que en la actualidad, la imagen de España en el extranjero es pésima en todos los aspectos. Aunque la mayoría de los españoles no lo sepan porque es un tema que la prensa española, a petición de los gobernantes ha tapado, España ha sido intervenida con una ayuda de 40 mil millones de euros. El país, señores, está en bancarrota, por mucho que la corrupta clase política que dirige el país quiera ocultarlo y engañar al pueblo. En el extranjero se preguntan: ¿Cómo un país que ha sido intervenido puede permitirse organizar unos Juegos Olímpicos? Pero es que en el extranjero no comprenden la mentalidad española, donde familias que a duras penas pueden sobrevivir, se permiten el lujo de irse unos días a la playa de vacaciones. Si a esto unimos la pésima imagen internacional de la corrupta clase política española, la permisividad con el dopaje, etc., pues piensen ustedes un poco y quizás empiecen a comprender por qué no les han otorgado los Juegos Olímpicos.

Y ahora, let's have a relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor with the alegria of the madrileños, ridículo mundial de una alcaldesa elegida a dedo que es más bien una maruja que los del COI ha debido de recordarles a la España de Franco, una Carmen Franco Polo con un estilismo envidiable. ¿A dónde vas España, a dónde vas triste de tí?

lunes, 10 de junio de 2013

El embajador gay




A la calle Serrano 75 de Madrid llegará después del verano el nuevo y flamante embajador de los Estados Apretados de América, James Costos. Costos, ejecutivo mediático, activista gay y firme defensor de los animales, tomará posesión de su cargo a tiempo para celebrar la Festividad del 12 de Octubre. El carismático embajador sustituirá al todavía en el cargo, Alan D. Solomont, quien aprovecha para irse del convento y cagar dentro dejando frases de lapidario como "España no tiene confianza en sí misma". James Costos ha visto recompensada su labor de mecenazgo en la campaña presidencial de Barak Obama con la embajada de uno de los países más abiertamente homosexuales del mundo y miembro permanente de la cumbre del G-20. La estrategia de Washington es un arma de doble filo, por un lado se agradece el servicio de Costos y de su cónyuge, el diseñador Michael Smith, pero por otro lado se le hace un guiño a España como diciéndole de tú a tú: "Todo es posible en América, hasta que un gay llegue a embajador". Me pregunto con qué cara le van a mirar ahora Rajoy, Aguirre, Gallardón, Botella y compañía, si con rubor o con estupor, o si repetirán aquello de que el lobby gay es muy poderoso. Lo cierto es que Costos es un personaje mediático y como tal influirá en la forma de hacer política. Obama nos envía un representante gay a un país que peca de no quererse a sí mismo, ya lo dijo Solomont. Convendría que algunos tomasen nota.