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domingo, 7 de abril de 2013

La infantuza


Hubo una época en España, allá por los años 80 y 90 del siglo pasado, que la Monarquía estaba muy bien considerada, gozaba de altísimos índices de popularidad y aceptación, y era la institución más valorada del país, pero todo eso fue en declive una vez nos adentramos en el nuevo milenio.
El mayor error de las infantas y del príncipe Felipe fue el de casarse con plebeyos, personas no pertenecientes a la aristocracia, en ese afán por modernizar la Institución y adaptarla a los nuevos tiempos, han terminado por fulminarla.
La infanta Cristina se fijó en un vasco rubio jugador de balonmano, y cuando lo vio pensó que ese hombre era para ella. Urdangarín pegó el braguetazo de su vida pidiéndole la mano a la hija del Rey, tras lo cual colgó el pantalón de hacer deporte y pensó que era mejor estudiar empresariales para saber cómo montar una empresa con el dinero y las influencias del suegro.


A raíz del escándalo del Instituto Noos, no sólo Urdangarín, sino que la infanta Cristina y el propio Rey han quedado salpicados, por estar enterados desde un principio de algo que no supieron como parar, o no quisieron pararlo.
La infanta estaba y está tan implicada como su marido, tenemos una Justicia en España que si la acaba poniendo en libertad ahora que está imputada defraudará aún más a un pueblo que está muy indignado con esta democracia, donde la Constitución en uno de sus primeros artículos nos dice que los españoles todos somos iguales ante la Ley, el Rey nos lo recordó en su mensaje de Nochebuena de 2011, pero en la práctica hay un miedo al poder terrible por parte de jueces y abogados y el dinero y el poder lo compra todo, incluida la Justicia, España no es tan diferente de Italia como podemos comprobar.
La infanta Cristina, por haber sido cómplice de todo este entramado Urdangarín-Torres pasa de ser infanta a ser infantuza, es decir, una persona non grata en España, y donde quiera que vaya el dedo la señalará, está ya lapidada por una sociedad cansada de tanto escándalo, porque es esta sociedad la nuestra que ha vivido muchos años engañada, pero si primero no éramos capaces de descubrirlo, por vivir en una dictadura, ahora, gracias a las redes de comunicación sociales y la tecnología podemos seguir el día a día de una metedura de pata tras otra por parte, no sólo del matrimonio Urdangarín, sino de toda la familia Borbón, los cuales, ahora que ven que viene el lobo quieren comprar a los mejores abogados y jueces para que la niña no se siente en el banquillo, porque sería la primera vez en toda la realeza europea, que la hija de un rey tendría que acudir a un proceso judicial.
Para defender a la nena, se ha solicitado los servicios de un jurista catalán nacionalista, vaya contradicción de por sí, el señor Miquel Roca, ponente y uno de los padres de la Constitución de 1978. Si hubiesen podido hubieran acudido a Perry Mason, con tal de que Cristina Barcelona, la infanta catalana a la que nadie quiere ya en Palma, no vaya al trullo.
Es éste el comienzo del fin, a la Monarquía le queda un telediario, sus días de vino y rosas ya pasaron, fueron casi cuarenta años, el pueblo español, que está saturado de información nacional e internacional, ya ha oído y visto bastante, ya ha madurado lo suficiente como nación como para tener a este tipo de anacronismo histórico en la Jefatura del Estado, como dijo Torcuato Fernández-Miranda allá por los años de la Transición, “una ley quita otra ley”, por tanto, como no hay imperio que mil años dure, sería conveniente pensar hacia donde se va a ir cuando el Rey fallezca o abdique en su hijo, si se quiere perpetuar esta casta de privilegiados, o se quiere avanzar hacia un sistema más justo y totalmente civil.
Son ya más de 300 años de Borbones impuestos por Francia durante la Guerra de Sucesión Española, por culpa de los Borbones se ha perdido el imperio de ultramar y numerosos territorios en Asia, África y América. El circo que hace unos años nos están ofreciendo nos ha hecho perderles el respeto que una vez les tuvimos, pero lo que el pueblo español ya no les perdona es la arrogancia que están mostrando de un tempo para acá, sobre todo queriendo interferir en la Justicia para que la infantuza no sea encarcelada.
Si Juan Carlos de Borbón y Borbón sigue por ese camino, acabará como su cuñado en el exilio londinense, o como su abuelo Alfonso XIII en Roma. Tenía razón aquel que dijo que Felipe y Letizia no llegarán a reinar, todo por culpa del jugador de balonmano que se casó con la infantuza.

jueves, 21 de marzo de 2013

Los últimos de Filipinas

Todas las mayores capitales europeas han organizado ya unos Juegos Olímpicos en el siglo pasado, todas excepto Madrid, parecemos los últimos de Filipinas mendigado al COI que nos conceda unos Juegos que, en las dos últimas convocatorias, se decidieron a favor de Londres y Río de Janeiro.
El Príncipe ha brindado con champán ante los miembros del COI desplazados a Madrid esta semana para evaluar por enésima vez la candidatura de Madrid 2020, el sueño de Gallardón, Botella, y otros tantos ciudadanos a los que este tipo de eventos no les afecta el día a día.
No se dan por vencidos, son ya ocho años pidiendo a gritos que se corrija una injusticia histórica y geográfica, pues la capital de España es Madrid y no Barcelona. Se firma lo que haga falta, se va a donde se tenga que ir, se arregla lo desacordado y se ajusta lo desajustado. En caso de tercera metedura de pata, se abortará el proyecto hasta que algún día podamos superar el gafe de que tengamos unos Juegos y hasta un Papa, visto que un argentino ha salido electo, terminaremos con esa leyenda negra, la misma que decía que nunca ganaríamos un Mundial de fútbol.
Ya un poco cansados de ver a Raúl masticando 'hola' o al rey hablando en cuatro lenguas, los miembros del COI, que son otro cónclave de obispos ligados al deporte profesional y de élite, cuando le dan a un botón no entienden de emociones, y puestos a elegir, la última vez lo pensaron muy bien, ya de pasar un verano caluroso, mejor en la playa de Copacabana que no en el centro de Malasaña.


domingo, 23 de septiembre de 2012

El mercenario



Se conoce como mercenario a aquel soldado que lucha o participa en un conflicto bélico por su beneficio económico y personal, normalmente con poca o nula consideración en la ideología, nacionalidad o preferencias políticas con el bando para el que lucha.

Con el tiempo, el término se ha ido ampliando y se aplica a todo aquel que trabaja por la pasta en un lugar, grupo o partido en el que no cree y que va en contra de sus verdaderos ideales.

El señor José Guardiola (no confundir con el cantante) más conocido en catalán como Josep, o Pep Guardiola, ha acudido a México éste sábado, 22 de septiembre, para participar como orador en una conferencia ante 10.000 estudiantes, en un foro convocado por la Fundación Telmex, que preside el hombre más rico del mundo, el magnate mexicano Carlos Slim.

Entre las muchas hipócritas frases que este señor ha soltado sobre sí mismo y de su vida, me quedo con la fase más emblemática de la jornada, “Nunca se sabe”, respondiendo a la pregunta de si se plantea algún día entrenar a la Selección Española de fútbol, a lo que continúa diciendo: “en Nueva York se está bien (le pagan bastante, claro), aquí estaré un año. No sé cuando voy a regresar, dije que este año no entreno, y si tengo ganas de entrenar lo haré, pero en este momento no las tengo”.

Guardiola no responde un no rotundo, tampoco dice sí de manera contundente, sino que explica “nunca se sabe”, es decir, que deja abierta la posibilidad de que un día le llamen de Madrid y le pregunten si acepta entrenar a los jugadores de la Selección.

Hace menos de una semana, Guardiola participaba desde Nueva York, vía videoconferencia, dando su apoyo a la manifestación independentista de Barcelona, del pasado 11 de septiembre, con las palabras “Desde Nueva York, aquí tenéis uno más” y enseñando a cámara la papeleta verde que exhibía en su mano, significativa del voto afirmativo de independencia de Cataluña.

Donde dije digo, digo Diego. Palabra de mercenario, en Nueva York apoya la causa independentista de Cataluña de separarse del resto del Estado y acude a México y responde que “nunca se sabe” a la pregunta de si entrenaría a la Selección.

¿Acaso este hombre es bipolar, se ha vuelto loco o es que el dinero hace lo imposible? ¿Con qué desfachatez se atreve un señor, que lo único que ha hecho en su vida es darle a la pelota, decir que se plantea en un futuro no muy lejano entrenar a la Selección del país del que se quiere independizar?

El señor Guardiola, ya por lo pronto, no debería ni de haber sido invitado a esa conferencia, porque una cosa es que haya sido buen deportista, y la otra que pretenda ser un lumbrera al estilo Steve Jacobs y darnos lecciones de como triunfar en la vida, es decir, guiándote por la pasta. A Dios rogando y con el mazo dando, ser buen catalán es llorar por la independencia mientras te lucras de España.

Guardiola, por desgracia, no es el único mercenario de España, de hecho España es un país de mercenarios, los de derechas se metían allá por los 80 en las filas del PSOE para poder lucrarse y beneficiarse de la política, y a la inversa, hoy tenemos a antiguos socialistas que militan en las bases del PP, ocurre en todos los ámbitos de la vida de este país, los mercenarios están en todos los estamentos sociales, no sólo en el deporte. No hay más que acudir a embajadas españolas repartidas por el mundo y ver que, en algunas de ellas, hay independentistas catalanes trabajando.

Guardiola, con sus pasadas declaraciones y con las de ayer sábado, se está cavando su propia tumba, está dando un mal ejemplo a la juventud, de hecho ya lo ha conseguido en México, pues les está explicando a estudiantes como triunfar en la vida, pobres estudiantes si tienen que creerle algo a este señor, que durante años ha jugado en la Selección Española mientras en Barcelona lloraba por el independentismo.

España es un país de zalameros y mercenarios, todo sea por el dinero y el poder, por medrar, por egoísmo personal. Guardiola y otros tantos del FC Barcelona han conseguido, no sólo politizar el fútbol y el club, sino que mucha gente se borre como socios de un club, que está mayoritariamente formado por socios de toda España.

“La clave del éxito es encontrar y hacer lo que te apasiona. Yo no he vivido de mi pasión, he vivido con mi pasión”. Guardiola quiere decir con éstas palabras, que él ha hecho lo que le ha dado dinero, sí le apasiona el fútbol, pero no le apasionaba jugar en la Selección, pero como el dinero era muy tentador lo hacía, y ha vivido con esa pasión de ganar dinero hasta que se ha retirado.

Si este señor ha triunfado es porque el resto del país está aborregado, un deportista millonario más a engrosar la lista de personas que dan conferencias sobre su éxito personal a estudiantes que no saben que harán cuando terminen sus estudios, que quiere independizarse de España pero seguir beneficiándose económicamente de ella.

Guardiola no tiene la formación académica necesaria para ir hablando a unos estudiantes, los cuales, a partir de este momento, seguro que se plantearán dejar los estudios y aspirarán a ser famosos, ese es el pan nuestro de cada día en España porque es lo que los medios de comunicación (algunos) nos han vendido.

Semanas atrás abogaba por una nación catalana y ahora se plantea la posibilidad de ser Seleccionador Nacional.

¿Qué relación puede tener un independentista catalán confeso con la Selección Nacional de fútbol española?

Pues ojo al dato, como diría José María García, porque en un país de cobardes como es España, en un plazo corto de tiempo, auguro que Guardiola será el próximo Seleccionador Nacional, el nuevo mercenario.

Vivir para ver.