Convendría recordarles a aquellos que anhelan la fama que fama no es lo mismo que popularidad y que en realidad lo que buscan es la popularidad. Para la popularidad vale todo, es decir, una discusión entre dos personas puede convertirlas a las dos en populares. El más popular de la clase puede ser un ignorante. La fama es otra cosa, la fama viene acompañada del hecho o circunstancia de ser reconocidas las cualidades de una persona por mucha gente porque esa persona hace algo imprescindible, por ejemplo descubrir una vacuna contra el cáncer, escribir un libro, pintar un cuadro, bailar ballet, y así sucesivamente. La fama no necesita de la popularidad, sólo de talento. La fama no tiene por qué ir acompañada de buena o mala fama, es decir, la persona que escribe un libro puede ser una persona antipática (Fernán Gómez). La sociedad actual se caracteriza por una incompresión hacia lo que es la fama, una obsesión con la popularidad (termina siendo mediocridad en muchos casos) y una fobia hacia el éxito ajeno, en pueblos y ciudades, sobre todo cuando detrás hay populares que no saben ni la diferencia entre fama y popularidad. Por no saber no saben ni entender lo que leen en el mensaje. Se ha convertido España en el país del chisme escacharrado, es decir, se distorsiona el mensaje para crear mala fama porque éste es un país intolerante hacia el éxito ajeno, no la fama, el éxito, la fama es otra cosa, a un periodista si le preguntan qué se considera, dirá "un profesional", no te dirá "un famoso". La popularidad es a lo que aspiran los frustrados, los aburridos, los ignorantes, los que no han tenido éxito en sus vidas, que se lanzan en picado a una barbarie sin saber de qué va la barbarie. La página web de Telecinco está llena de populares y mediocres. España entera lo está. El ideal de muchos niños es ser futbolista, como Messi o Cristiano, ganar muchos millones pero sin darle a la pelota. Así crecen las nuevas generaciones con el móvil y la tablet, saturados de información pero menos comunicados, queriendo ser populares porque famosos no saben y creando mala fama a los buenos profesionales.
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domingo, 13 de julio de 2014
Fama o popularidad
Convendría recordarles a aquellos que anhelan la fama que fama no es lo mismo que popularidad y que en realidad lo que buscan es la popularidad. Para la popularidad vale todo, es decir, una discusión entre dos personas puede convertirlas a las dos en populares. El más popular de la clase puede ser un ignorante. La fama es otra cosa, la fama viene acompañada del hecho o circunstancia de ser reconocidas las cualidades de una persona por mucha gente porque esa persona hace algo imprescindible, por ejemplo descubrir una vacuna contra el cáncer, escribir un libro, pintar un cuadro, bailar ballet, y así sucesivamente. La fama no necesita de la popularidad, sólo de talento. La fama no tiene por qué ir acompañada de buena o mala fama, es decir, la persona que escribe un libro puede ser una persona antipática (Fernán Gómez). La sociedad actual se caracteriza por una incompresión hacia lo que es la fama, una obsesión con la popularidad (termina siendo mediocridad en muchos casos) y una fobia hacia el éxito ajeno, en pueblos y ciudades, sobre todo cuando detrás hay populares que no saben ni la diferencia entre fama y popularidad. Por no saber no saben ni entender lo que leen en el mensaje. Se ha convertido España en el país del chisme escacharrado, es decir, se distorsiona el mensaje para crear mala fama porque éste es un país intolerante hacia el éxito ajeno, no la fama, el éxito, la fama es otra cosa, a un periodista si le preguntan qué se considera, dirá "un profesional", no te dirá "un famoso". La popularidad es a lo que aspiran los frustrados, los aburridos, los ignorantes, los que no han tenido éxito en sus vidas, que se lanzan en picado a una barbarie sin saber de qué va la barbarie. La página web de Telecinco está llena de populares y mediocres. España entera lo está. El ideal de muchos niños es ser futbolista, como Messi o Cristiano, ganar muchos millones pero sin darle a la pelota. Así crecen las nuevas generaciones con el móvil y la tablet, saturados de información pero menos comunicados, queriendo ser populares porque famosos no saben y creando mala fama a los buenos profesionales.
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sábado, 10 de mayo de 2014
Gacela
Maldita la hora en la que se nos paró el corazón, gacela.
El tic tac deja de sonar cuando la pena se acrecienta,
ya sube la marea y el agua nos ahoga, no nos pilla preparados,
correr tan deprisa siendo jóvenes es un dulce que tienta tanto,
que a la hora de vivir con nosotros nos sentimos desubicados.
El deporte te elevó a la cima y los medios de España, de pronto, te animan,
pero cuando todo se hubo de parar, la fama tuvo que esperar,
la fama te encumbró y te escombró, un sinvivir que no termina,
ser niño prodigio, adolescente prodigio, la gente te quiere y te mima,
ser noticia continua, pero España es el hombro que no arrima,
ser un joven viejo, haber corrido deprisa, gacela, es una faena divina.
Fue Lamela un hombre veloz, fue una mezcla de toro salvaje y Billy “el niño”,
un blanco asturiano en un deporte dominado por negros antillanos,
fue un rayo veloz, un huracán de Avilés, un huracán cojonudo,
Lamela fue gacela, un hombre que quería ser más rápido que el tiempo,
fue gacela Lamela, precoz, dio un salto adelante, atroz, y el tiempo se paró,
durante un decenio su récord nadio lo igualó, nadie se atrevió.
Si Oviedo tiene a Fernando Alonso y Gijón a Enrique Castro “Quini”,
Avilés no se achica y sube al podio a Yago Lamela, con mucho honor,
que de Avilés surgió como gacela para demostrarle a los aficionados
del mundo del deporte que los blancos corren tanto como los de color.
(A Yago Lamela, in memoriam)
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jueves, 16 de agosto de 2012
Elvis, el Rey no ha muerto
35 años después de su muerte sigue siendo el Rey.
El Rey NO ha muerto. ¡Viva El Rey!
Vivió deprisa, murió joven (a los 42 años), cuando ya era una parodia de sí mismo debido al consumo excesivo de medicamentos prescritos.
Presley es considerado como una de las figuras más importantes de la cultura popular del siglo XX.
Tenía una voz versátil y un inusual éxito en muchos géneros, entre ellos el country, el pop, las baladas, el gospel y el blues. Asimismo, se trata del solista con más ventas en la historia de la música popular.
Nominado a 14 premios Grammy, ganó tres y recibió uno en la categoría a la carrera artística a la edad de 36 años, además de figurar en diversos salones de la fama musicales.
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