En 34 años de democracia nunca se ha aplicado el Artículo 155 de nuestra Constitución, el cual dice textualmente lo siguiente:
1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.
Hemos tenido gobiernos que fueron muy blandos con el problema nacionalista de Cataluña y País Vasco, y que cedieron a casi todas las pretensiones que se plantearon en los debates, se aceptó todo tipo de chantaje hasta alcanzar un límite como el que estamos ahora viviendo, fruto de una educación, la de la Comunidad de Cataluña, que recoge sus frutos, tras haber instruido durante años a los niños y jóvenes, fomentando el odio hacia todo lo que pareciese español, olvidándose de que la mayoría de catalanes que viven en Cataluña, descienden de andaluces, extremeños y manchegos, que en su día emigraron a esta tierra en busca de trabajo, en una España de postguerra desolada, Franco decidió que la mejor solución era instalar la industria textil y de la automoción en Cataluña, como por ejemplo la fábrica Seat de automóviles, que dio trabajo a mucha gente durante décadas.
El nacionalismo se frota las manos con la crisis de la que aún no ha salido el España, se aprovecha la coyuntura económica para culpar al Estado, y fomentar aún más el deseo de un pueblo adoctrinado en unas ideas descabelladas para acusar al propio Estado de robarles y no entregarles nada a cambio. Se coacciona a todo aquel que piense diferente, se censura todo lo que no esté a favor de las ideas nacionalistas, por poner un ejemplo, hay familias catalanas de origen andaluz que, coaccionados por la presión nacionalista que ejerce la Generalitat, prohiben a sus hijas ir a clases de flamenco con el traje de faralaes.
¿Qué buscan los nacionalistas como el Señor Mas? El poder, aunque tengan que reducir su Estado a lo que es la actual Comunidad Autónoma de Cataluña, aunque tengan que dividir a la sociedad catalana entre nacionalistas y no nacionalistas y gobernar sólo para los primeros, marginando socialmente a los segundos. Se busca irse de un Estado monárquico de cientos de años para crear uno nuevo al estilo del antiguo III Reich alemán, un mini estado europeo intolerante políticamente donde todos estén adoctrinados, para poder resarcirse en que sus ideas nacionalistas son las correctas, un nuevo Mónaco pero estigmatizado por el tufo político de unas ideas caducas, habiendo engañado al pueblo y habiéndose engañado ellos mismos pensando que, sin el resto de España, estarían económicamente mejor y su economía crecería más que la de cualquier país de la Unión Europea.
¿Qué debe de hacer nuestro Gobierno, ese que ha elegido la mayoría del pueblo español? Hacer lo que nadie se ha atrevido a hacer hasta ahora, aplicar el Artículo 155 de la Constitución si el señor Arturo Mas decide convocar, ya sea referéndum o consulta soberanista al pueblo catalán sobre la independencia, asimismo se debe aplicar dicho Artículo si Arturo Mas prosigue forzando los límites legales de la Constitución en su labor como Presidente de una Comunidad Autónoma.
La Soberanía Nacional reside en el pueblo español, quienes ratificaron democráticamente en 1978 (los catalanes en mayoría) la Constitución y a Don Juan Carlos I como Jefe del Estado. Todo lo demás es acoso al Estado, a un Gobierno que titubea, y tiene un problema de manejar situaciones como éstas, donde no bastan las palabras, el pueblo pide acciones, hay que tomar la iniciativa de decirles a estos mercenarios que durante años han sacado hasta el último Euro al Gobierno central, basta, o ceden en sus propósitos, o se les suprime la Autonomía y la Generalitat si no cumplen dicho Artículo. Están obviando la Constitución, el Estado de las Autonomías y al resto de españoles, practicando una desobediencia política y social como auténticos desertores y traidores de la democracia y del Estado por sus ideas desproporcionadas.
¿A qué está esperando el Gobierno? Artículo 155 ya, por favor.