Los alemanes dominan Europa, ni Francia ni la Gran Bretaña, no, Alemania. Alemania lo puede todo económicamente, lo que no consiguieron militarmente con dos guerras mundiales lo vengan ahora dominando el mercado, el euro, las empresas, la productividad, el empleo y para mayor sorpresa aún, el fútbol.
Hemos asistido estos últimos días a dos partidos de ida y vuelta de dos clubes españoles contra dos equipos alemanes, en el primero de los casos, el Real Madrid cayó en Dortmund por 4-1, no pudiendo ganar por 3-0 en el Bernabéu (si acaso un 2-0). El Barça lo tuvo peor, cayó en Munich por 4-0 y volvió a caer en el Camp Nou por 3-0.
Todo el modelo futbolístico español se ha ido al traste, ya la crisis afecta hasta el tiki taka, Messi no puede con los riñones, Villa no chuta, Piqué no defiende, Cristiano no mete, Casillas no juega, Vilanova no comprende, Mourinho se enciende, la crisis española se manifiesta hasta en nuestro deporte rey.
Hay que remodelar el fútbol español lo mismo que hay remodelar el país entero, pero los encargados no saben ni cómo ni cuándo, repiten viejas fórmulas que fueron exitosas en el pasado pero el presente es bien distinto.
Si no hay inversión no hay producción, si no hay producción, la economía no despega, si no se invierte en I+D seguiremos siendo un país de borregos toda la vida al que vengan a jubilarse los británicos y alemanes comprando las casas que no podemos comprar ni abaratadas por los bancos que se las han quitado a los desahuciados.
En el fútbol otro tanto, este año los clubes alemanes han hecho una buena inversión, rentable, a la vista de los resultados, próximamente tendremos en la final de Champions de Wembley una finalísima alemana. Orgullosos deben de estar y no es para menos, un equipo menor y otro mayor han barrido a los clubes de fútbol más importantes (hasta ahora) del mundo.
Algo habrá que aprender de Alemania y no culparles como hacemos de costumbre, habrá que mirar en qué hemos fallado para convertirnos en un país titiritero y tocado de muerto, nos han goleado los teutones, por mayoría, nos han dado en el ego de nuestro fútbol, están resarcidos del último Mundial, en el cual partían como favoritos, y querrán desquitarse en el próximo de 2014 como no nos andemos con ojo.
Nos han dicho adiós en alemán, auf wiedersehen, como si nos hubiesen echado del euro, más o menos.