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domingo, 4 de noviembre de 2012

El papel de las Fuerzas Armadas


El papel de las Fuerzas Armadas de España, el ejército, no es otro que el de defender la seguridad del país, ya sea de un enemigo exterior o en un conflicto interno.
Hace más de cien años que el Reino de España no se enfrenta en un conflicto bélico exterior, la última vez fue en 1898, con Estados Unidos, el cual le declaró la guerra a España para poder quedarse con sus últimas colonias de ultramar, Guam, Filipinas, Cuba y Puerto Rico. El desastre de la derrota trajo consigo un pesimismo en el país que aún prolonga sus secuelas en nuestro tiempo.


El ejército español se dividió en los dos bandos que se enfrentaron en la Guerra Civil Española de 1936 a 1939, republicanos y nacionales, siendo los últimos los ganadores de la contienda, con la ayuda de la Italia fascista y la Alemania de Hitler.
Desde entonces, el ejército español quedó manchado por culpa del franquismo, cada vez que se habla de él vienen a la luz nuevos temores de épocas pasadas, pues Franco usó a su favor al ejército, lo convirtió en un ejército golpista, y hemos tenidos que esperar muchos años para democratizarlo.
A día de hoy el papel de las Fuerzas Armadas de España es impecable, allá donde van, es uno de los ejércitos más importantes del mundo, el cual, con sus aviones de transporte ‘Hércules’ C-130 trajo a España el tesoro de la fragata ‘Nuestra Señora de las Mercedes’, que un tribunal estadounidense ordenó devolver a España.
No entiendo por qué la polémica surgida en Cataluña sobre la posible intervención del ejército en caso de que se celebrase el famoso referéndum de Artur Mas sobre la independencia.
Tampoco entiendo la paranoia de muchos para con las Fuerzas Armadas, las cuales están para protegernos a todos de cualquier peligro, avivando el fuego de fantasmas ya enterrados, el ejército español del siglo XXI difiere inmensamente del que tenía Franco, es un ejército profesionalizado, compuesto de mujeres y hombres cuya misión es la de llevar la paz allí donde haya un conflicto, ya sea en Kosovo, Afganistán o Elche.
Los nacionalistas, no contentos con su revisión de la Historia a su favor, del lavado de cerebro que han hecho con las nuevas generaciones de descendientes de emigrantes a Cataluña, ahora quieren utilizar el viejo truco de que un ejército “extranjero” les podría invadir en caso de que se permitiese un referéndum ilegal por parte de un político (Artur Mas) que se está saltando la Constitución española.
Imaginemos por un momento que Mas no acata la Constitución y sigue adelante con el referéndum ilegal, el Gobierno tendría que aplicar el artículo 155 de la Constitución, el cual ignoraría Mas. La vía lenta de la coacción sería el Tribunal Constitucional, pero la vía rápida sería la intervención de los Mossos d’Esquadra, aquí es donde comienza el problema, cual sería la actitud de los Mossos, Policía Autonómica de Cataluña.
Partamos de la base que los Mossos no hacen nada al respecto por impedir el referéndum, o se dividen en dos corrientes ocasionando un gran problema a la seguridad de la Comunidad Autónoma, es aquí donde tendría y debería de intervenir el ejército español, y de deshonroso no tiene nada, al contrario, su función es la de velar por la del cumplimiento de la legalidad y el orden en la Comunidad Autónoma de Cataluña, como de si de cualquier otra se tratase. Ante la impasividad de la policía local y autonómica, tendría que intervenir, o bien la Policía Nacional, o en su defecto, las Fuerzas Armadas.
Los nacionalistas, con su típica demagogia, echan balones fuera para comparar una posible intervención en Barcelona del ejército español con el golpe de estado del 36, muy lejos de la verdad y un gran insulto a las Fuerzas Armadas. Nada de vergonzoso tiene que un tanque militar se paseé por Barcelona, si se vulnera el orden constitucional, están para protegernos y que todos, absolutamente todos, respetemos la legalidad que nos dimos en 1978.
Lo demás son películas de John Wayne o Lee Marvin, no se le podría calificar de golpe militar pues Cataluña es parte de España, sería una operación por la seguridad del Estado, en el caso de que hubiese que decretar el Estado de Alarma.
La polémica viene dada porque los cazas españoles vuelan sobre el cielo de Cataluña, que yo sepa Cataluña no es Marruecos, y claro va Felipe Puig, Consejero de Interior de la Generalitat, y le pide explicaciones al Ministerio de Defensa, de nuevo el acoso.
El Ministerio no debe de dar disculpas, están por encima de este señor y del Parlamento de la Generalitat, si les molesta que les moleste, tienen el derecho a volar con la asiduidad que crean conveniente y a demostrarles que no se juega con el Estado, al que coaccionan con chantajes por falta de políticos con visión de estadistas.

Hay que empezar a dejarle claro a Cataluña que es una Comunidad Autónoma del Reino de España y ahí se termina todo, cualquier otro tipo de osadía se debe de frenar en seco, no hay que dar disculpas de ningún tipo.
También al señor Junqueras, candidato de ERC a las elecciones, quien reprocha al PSOE el uso de la fuerza militar en caso y que exigió hace unos días al Gobierno central que certifique que descarta enviar las tropas a Cataluña para frenar un eventual proceso secesionista.
Las Fuerzas Armadas se pueden enviar a Oviedo, Vigo, Santander, Bilbao, Pamplona, Barcelona, Huesca, Teruel, etc. siempre y cuando el Gobierno lo dictamine, si hubiese un intento secesionista en alguna de las Comunidades Autónomas, es legal y lícito, es lo justo y razonable, porque ni todos los catalanes son nacionalistas, ni todos quieren la independencia, ni lo que están intentando hacer Mas y compañía es legal y es un despropósito, en cualquier otro país de Europa se procedería de manera similar, ni más ni menos, se haría respetar el ordenamiento jurídico y legal mediante una intervención militar.
¿A qué está esperando el Gobierno de Mariano Rajoy? Mano dura con los nacionalistas sin contemplaciones, o, de lo contrario, será demasiado tarde, como cuando se perdieron las últimas colonias, por no haber sofocado antes las revueltas en Cuba.
Que no se diga que reaccionamos tarde mal y nunca, que no seamos de nuevo los últimos en enterarnos. Acción sin ningún tipo de rubor, o acatan la Constitución o se les interviene militarmente.
 

jueves, 25 de octubre de 2012

El mundo al revés




El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha reclamado este miércoles al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se comprometa públicamente a descartar una intervención militar sobre Cataluña para frenar un referéndum de autodeterminación.

Junqueras ha reaccionado así a las declaraciones de PP y PSOE sobre la carta que los eurodiputados de CiU, PSC, ICV y BNG enviaron a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, para censurar las "intolerables invocaciones a las Fuerzas Armadas" y a su posible intervención al hilo de la situación en Cataluña.

No doy crédito, el presidente de un partido nacionalista minoritario catalán le exige al Presidente del Gobierno de la Nación que garantice públicamente que las Fuerzas Armadas de dicha Nación no irrumpirían en la comunidad autónoma catalana, en caso de que el presidente de la Generalitat convocase un referéndum ilegal, el cual cometería un delito si lo hiciese, y le ha pedido al Parlamento Europeo por escrito que tome medidas para impedir que un país democrático como España pueda aplicar la ley con el fin de garantizar su orden constitucional.

Me pregunto si la gente tiene sentido del ridículo para ciertos asuntos, ¿acaso creen estos políticos catalanes que la Unión Europea va a interferir en todo este jolgorio organizado por dichos políticos? Ni aunque se quejasen a la ONU conseguirían algo sobre lo que la Unión Europea no tiene jurisdicción alguna.

España es un país democrático con una Constitución aprobada por mayoría en las urnas y en las Cortes, la Soberanía Nacional reside en el pueblo español y el garante de la Constitución es el Jefe del Estado, el rey Juan Carlos I.

El orden constitucional se defiende mediante la legalidad, los tribunales competentes, y, en su defecto, las Fuerzas Armadas.

Si un gobierno autonómico, del signo que sea, decide ignorar las leyes del Estado español, ahí está la Constitución para aplicarla, en su artículo 155 se deja bien claro, si esto no fuese posible, se aplicará la coacción mediante la intervención militar. Es perfectamente lícito y democrático porque es parte de los mecanismos que tiene el Estado para defender el territorio, es decir, sus regiones, o Comunidades Autónomas, que es la forma en la que está dividida España.

Nunca antes se ha realizado tal maniobra, pero estoy seguro que si España la gobernasen otros, como políticos británicos o alemanes, al día siguiente ya estaban los tanques en Barcelona. 

Que ladran, que ladren, se defiende lo legítimo, no son una colonia invadida por una potencia extranjera, son españoles como tú y como yo, de origen andaluz la mayoría, pertenecieron, pertenecen y pertenecerán al conjunto del Estado español. Lo demás son bravuconerías.

La Constitución es la Norma Suprema del ordenamiento jurídico español, nadie, a la ligera puede pasarse por el forro de la chaqueta dicha norma, es delito de alta traición al Estado, lo mismo que si el ejército o Fuerzas Armadas se revelasen contra dicho Ordenamiento Jurídico, para eso están y tienen su función, defendernos y defender el Estado, el territorio, el conjunto de las autonomías.

La Constitución es el documento que garantiza por escrito nuestros deberes y derechos, nuestras libertades como individuos y ciudadanos de este país llamado España. Si alguien intenta abolir algo de lo que contempla la Constitución o hacer política por encima de dicha norma, ahí están los tribunales de justicia y los cuerpos de seguridad del Estado para defendernos.

Cualquier país democrático actuaría de la misma manera en una situación similar, sin diferencias, los mecanismos en democracia son parecidos de un país a otro.

Lo importante de todo esto es que haya un político en España que se atreva, en una situación límite, a ordenar al ejército intervenir en Cataluña, no hay lo que tiene que haber, bemoles, porque no hay sentido del Estado como tal, ni hay grandes estadistas capaces de apagar estas revueltas y bravuconadas de los políticos nacionalistas.

No cabe un tonto más en España. A falta de sensatez, el nacionalismo gana adeptos, la cultura de la incultura.

El mundo al revés.