La alternativa del partido de
Pablo Iglesias, PODEMOS, es una respuesta lógica a la crisis de partidos,
PP-PSOE, quienes durante sus mandatos se han caracterizado por una serie de
políticas nefastas y estrepitosas enmarcadas en la línea imperativa de “os jodemos”.
El afán de superación, de decir
“yes we can” se enmarca dentro de la lucha ante la adversidad, es la negación
del estoicismo lo que nos hace ser fuertes y no perecer en el intento. Poder es
querer, querer es afán de cambiar el sistema, el cual es corrupto de pies a
cabeza.
El turno de partidos debe de
terminar con esta legislatura del PP, la campana ha sonado, señores estamos
hartos, el pueblo ha hablado mediante el voto de las elecciones europeas,
estamos hartos de PPSOE, de que nos engañen cada cuatro años, el PSOE se ha ido
cada vez más pareciendo al PP y éste, a su vez, al PSOE, ambos partidos han
creado un enroque, cual ajedrez espartano.
Han gobernado PP y PSOE por
partida doble cada uno, llevamos casi doce años de PP y han sido veintidós de
PSOE, a falta de polÍticos honrados tipo Adolfo Suárez con ideas claras de cómo
dirigir una nación hacia el éxito, el pueblo comienza a volcarse con los
partidos pequeños, IU, UPyD, Ciutadans y Podemos.
La alarma de los resultados del
pasado día 25 ha desatado una campaña de desacreditación contra la figura
(modesta a mi modo de ver) del profesor Pablo Iglesias (idéntico nombre al del
fundador del PSOE). ¿Acaso es ilícito querer subir los sueldos y equipararlos a
los de la media europea? ¿Es innoble que la jubilación sea a los 60 como muy
tarde? ¿Es desleal que los políticos se bajen el suelo en la mayor medida
posible? Dicho de otro modo, ¿es lógico criticar a quien quiere revitalizar la
tan nefasta política Española?
Los últimos treinta años han sido
de alternancia en el poder de los dos principales partidos de la nación, la
gente puso sus expectativas en Aznar cuando el PSOE copaba las cabecera de los
titulares de prensa con un escándalo de corrupción cada día, los mismos que le
dieron la espalda a Felipe, los braguetazos de los 80, la gomina, los banqueros
ladrones, y el crimen de estado, se la volvieron a dar a Aznar cuando nos metió
en una guerra religiosa donde no había armas nucleares, provocando la mayor
tragedia terrorista en España en toda su historia, el pueblo decidió que
viniese el iluminado de Zapatero, quien quería reescribir la historia para
honrar a su abuelo yendo a Gibraltar de visita, creando un Gobierno paritario,
y creando la Alianza de Civilizaciones, al final vino el campechano de Rajoy a demostrarnos
que es tan incompetente como su predecesor, debe de ser algo de la política
Española.
El turno de partidos comenzó allá
por 1875, con Cánovas del Castillo y Sagasta, durante la época de la
restauración borbónica, que se prolonga durante la regencia de la reina María
Cristina y la minoría de edad del futuro Alfonso XIII. La alternancia del
partido conservador y el liberal fue interrumpida por la dictadura de Primo de
Rivera (el padre), continuó en la II República con las derechas y las izquierdas,
volvió a ser interrumpida por la Guerra Civil y la dictadura de Franco y se
recuperó con la transición con la formula del “café para todos”.
¿Para qué ha servido el
bipartidismo de los últimos ciento veinte años? Para demostrarnos que tanto
unos como otros han estado en política para lucrarse, perjudicar al pueblo con
sus políticas inútiles, y arrastrar la crisis de estado que padecemos, crisis
que se extiende a todas las esferas de la vida cotidiana, pues todo, y cuando
digo todo, me refiero a todo, está corrupto.
Si un señor como Pablo Iglesias,
ha tenido (y tiene) la valentía de explicar un proyecto, de hacernos creer que
puede haber una alternativa viable, de crear ilusión entre quienes piensan que
este sistema no tiene solución, pues bienvenido sea, otros no han sido capaces
más que de repetirse, es hora de coger el toro por los cuernos y decir “basta”,
la respuesta a la crisis del bipartidismo es el auge de la izquierda, en otros
países como Reino Unido o Francia, la respuesta ha sido el brote del fascismo,
de partidos ultraconservadores, xenófobos y anti-europeos, véase Marine Le Pen
o Nigel Farage.
Podemos cambiar todo lo que está
mal, con paciencia y unión, por ahora es una minoría simple, pero importante,
veremos lo que ocurrirá en las próximas elecciones generales, si hay sorpresa,
por lo pronto Iglesias ya se ha rebajado el sueldo en más de cuatro mil euros
mensuales, que es lo que tiene que hacer un político que se dedica a la
política de forma vocacional y no para lucrarse.
Mientras que desde el Gobierno no
paran de jodernos, la respuesta, la alternativa es PODEMOS.