Hace más de diez años, de la que empecé en Londres a trabajar en una oficina, unas rumanas de Rumanía (digo de Rumanía porque también hay rumanas de España, bueno el caso es que éstas eran de pura cepa) vinieron a darnos un training (entrenamiento) sobre cómo responder a los usuarios por email. Según ellas (que hablaban español) había que comenzar el encabezado del texto con la expresión “querido" (y a continuación el nombre de la persona). Ellas lo justificaban diciendo que lo traducían del francés “cher” y del inglés “dear” y que en español debía de ser así. Yo le explique con mucha paciencia que en español hace muchos decenios que utilizamos los términos “estimado” o “apreciado” y que la palabra “querido” no se utiliza porque denota otro tipo de sentimientos, de hecho en España ya no hay queridos ni queridas, lo que hay son follamigos, o de manera más sutil se dice que están teniendo un affaire (vamos, un rollito). La rumana me mostró el diccionario "Collins", así que al día siguiente le llevé el María Moliner, que esa si que no tenía queridos y le influí para que no llamásemos así a los empresarios españoles, de lo contrario pensarían mal de nosotros.