miércoles, 15 de enero de 2014

La solución




Pasa España por sus horas de descrédito más bajas a pesar de la ligera recuperación económica.  Dejando de lado lo mucho que nos quiere Standard & Poor, lo único que le quedaba a España de dignidad, la institución monárquica, ha terminado por convertirse en la Urdangarinada del siglo. Juan Carlos I no es ni la sombra de lo que fue y se empeña, como buen Borbón, en seguir al pie del timón. Para salvar a la monarquía el Rey tiene que abdicar en su hijo Felipe y, éste a su vez, convocar un referéndum para preguntarle al pueblo qué desea, si continuar con la monarquía constitucional o cambiar a una república. No vale la abdicación sin el posterior referéndum, pues la última vez que se hizo fue en 1978 y con la intención de aprobar la vigente constitución, al actual Rey realmente no se le eligió, se le ratificó en su cargo aprobando la Carta Magna. Con Felipe y Letizia habrá que pensarlo dos veces. Los Borbones han pecado siempre de poseer una mínima inteligencia y como estadistas han sido horrorosos, a excepción de Carlos III. No los quieren en ningún país, de hecho son las únicas dinastías reinantes las de España y Luxemburgo, a eso ya estamos acostumbrados, a que lo que no quieren en Europa lo acabemos aceptando nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario