Mostrando entradas con la etiqueta vías. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta vías. Mostrar todas las entradas

sábado, 23 de marzo de 2013

¡Atropélleme por favor!


Más de 200 personas se suicidan cada año en Reino Unido arrojándose a las vías del tren. Cada día se entrena a un mayor número de empleados del transporte ferroviario para hacer frente a estas frustrantes situaciones, el hecho de ver como una persona impacta contra el tren que conducen sin poder hacer nada para evitarlo. La legislación laboral británica permite que un conductor de tren o metro se retire de su puesto de trabajo de por vida y con el sueldo íntegro si por desgracia ha tenido que presenciar tres suicidios en su trayectoria laboral. Se considera que tres esperpentos de este calibre bastan para que un conductor haya presenciado suficiente horror en su vida como para tener que continuar estando en activo. Se podría hacer un espléndido trabajo cinematográfico sobre un conductor de tren convertido en asesino que busca víctimas a las que atropellar para poder retirarse, trágico y cómico al mismo tiempo. El suicidio romántico inglés clásico de ahorcarse o cortarse las venas fue dando paso, poco a poco, al suicidio ferroviario del siglo XX, sobre todo desde el primer momento que se crea el metro de Londres, allá por 1863. ¡Atropélleme por favor! parece ser la premisa del suicida que se lanza en picado a las vías.