“Explicamos el Estado plurinacional, no la España una, grande y libre” dijo el pasado domingo Artur Mas, aludiendo a la polémica surgida por la declaración del Ministro de Educación, José Ignacio Wert de que había que “españolizar a los niños catalanes”. Continúa el nacionalismo haciendo demagogia barata de la inoportuna, pero no por ello errónea, expresión del Ministro de Educación y Ciencia, de la cual se ha hablado en todos los medios la semana pasada.
Mas nos quiere contar la historia de que los niños catalanes tienen un sistema educativo mejor que el del resto de España, dando a entender que la historia que se estudia en Valladolid o en La Rioja está viciada, alterada, para darle el mérito a los vencedores y quitárselo a los vencidos, mentira, ni lo uno ni lo otro, falso, la historia que se estudia en España, en todo el territorio, de norte a sur y de este a oeste es neutral, con sus pros y sus contras, objetivista dentro de lo posible y no se omite nada, ni de un siglo ni de otro. Es una Historia verídica e imparcial.
Por contra, la Historia que se estudia en Cataluña, y a la vista está porque hemos observado diversos ejemplos en medios de comunicación como el pasado viernes en el programa de Intereconomía El gato al agua, es una Historia segmentada, parcialista, alterada, se omiten muchos episodios históricos, y los niños catalanes acaban la primaria, la ESO y el bachillerato, no sabiendo temas cruciales en la larga Historia de España, se les adoctrina desde el idioma catalán y desde el estudio, haciéndoles ver que el Estado español es un estado opresor y lleno de maldad que ahoga a la pobre Cataluña, crecen con esa idea, formados en un odio hacia todo lo que huela o respire a español, para luego acabar sentados de parlamentarios en la Generalitat tomando medidas como prohibir las corridas de toros, fruto de ese pensamiento único.
El Ministro Wert ha dicho la palabra de la discordia esta pasada semana, “españolizar”, ¿acaso está mal visto el término “españolizar”? Sí, sin lugar a dudas, por el Franquismo, apoyado por la Iglesia, que trató de españolizar a base de torturas y palos a aquellos que no comulgaban con sus ideas, y actualmente por los inmigrantes latinoamericanos en España, que llevan en la cabeza la historia de que España cuando era un Imperio les robó el oro en esa empresa histórica de “españolizar”. Unos y otros han convertido el término “españolizar” en un sinónimo de “imponer”.
Tan correcto es decir “españolizar” como decir “americanizar” o “afrancesar”, por suerte o por desgracia vivimos en un país llamado España, donde se habla mayoritariamente español, con una democracia consolidada, con sus ventajas e inconvenientes, pero a nadie se le pasa por la cabeza pensar que “españolizar” signifique intentar adoctrinar a los niños catalanes en algo que no sea constitucional y democrático.
Anticonstitucional debería de ser lo que ha estado haciendo el Gobierno de Cataluña con el sistema educativo catalán, pervirtiendo a los niños que ninguna culpa tienen y convirtiéndolos en instrumentos a sus favor de cara al futuro, ahogando las opciones a muchas familias de escolarizar a sus hijos en castellano.
Un presidente de una Comunidad Autónoma así, debería de ser declarado anticonstitucional y cesado de inmediato, porque avergüenza al resto del Estado creando mercenarios, haciendo propaganda barata y apología de un territorio que, si acaso algo fue en el pasado, pasó por el simple hecho de ser un condado del Reino de Aragón, pero estos niños estudian unos libros en los que se les dice que son una Nación desde hace mil años, o sea, desde antes que España existiera como Nación, ¿acaso no es eso manipular la Historia? El Ministro está en su derecho y tiene toda la razón cuando dijo su emblemática frase, la cual se comentó entre el rey Juan Carlos y Mariano Rajoy el día del desfile de las Fuerzas Armadas, dando lugar a otra polémica por una supuesta riña del Rey a Rajoy.
Lo que el Ministro debería de haber dicho en lugar de “españolizar”, pero no porque la palabra “españolizar” sea algo ofensivo o políticamente incorrecto, sino porque en pleno siglo XXI no hace falta españolizar a nadie, porque todos en mayor o menor medida lo somos, lo que tendría que haber dicho es “hay que alfabetizar en algunas asignaturas a los niños catalanes”, no porque no sepan leer ni escribir, que sí saben, sino porque son analfabetos en asignaturas como Historia de España, donde se estudia el origen de Cataluña como algo divino y celestial, proverbial y único, como una cruzada en la historia cuya misión es el independentismo, ¿acaso no nos recuerda a los libros de educación del Franquismo? Idéntica misión, diferente tipo de nacionalismo, pero misma actitud de manipulación histórica a su antojo, donde se les cuenta que vienen de un ser todopoderoso, de una raza que esta por encima del bien y del mal y donde nunca estuvieron los romanos ni los griegos en su territorio.
El Ministro ha comenzado una muy noble tarea de devolverle a la juventud y a los niños el derecho a recibir una educación completa, donde estudien la invasión árabe de España, a Isabel II, que muchos de ellos ni saben quien fue, la caída del Imperio Romano, la Paz de Amiens, el Tratado de Versalles, la independencia de Guinea Ecuatorial, el desastre Colonial, o la Batalla de Trafalgar, porque sólo están haciendo hincapié en los capítulos referentes a Cataluña a lo largo de la historia, es decir, cuando nunca ha sido un país o nación en la Historia, y el resto de Historia se la inventan de forma troceada, poniendo y quitando lo que más o menos les gusta.
Por tanto, mientras en España se estudia una Historia completa, basada en la libertad, ajustada a los parámetros de la realidad tal y como fue, en Cataluña se les hace creer que son Una (sin España),Grande (se les hace creer a los jóvenes que estarían mejor y más prósperos sin España) y Libre (afán de independentismo).
Cataluña en esa línea política y de ideología va camino de ser un IV Reich del siglo XXI, y el Estado en su conjunto, va siendo hora de que empiece a detenerlo, la educación puede ser un buen sistema de corregir los intentos de adoctrinamiento por parte de partidos nacionalistas que gobiernan dicho territorio, pero hace falta mano dura para ello, y valor, porque no es de recibo, que en un país como el nuestro, tan viejo, tan evolucionado en algunos aspectos, se permitan hechos como estos, que no tienen precedente, se trata de corregir los desperfectos de gobiernos anteriores, que tuvieron manga ancha con Cataluña, porque no podemos fiarnos de alguien que nos pueda traicionar, ya nunca más, ni caminar hacia ningún tipo de Federalismo.